Trump cumple lo prometido
Por: Sebastià Barrufet Rialp
Donald Trump ha dado otro portazo a la comunidad hispana de Estados Unidos, la primera minoría del país. Además de no contar con ningún hispano para su Gabinete, algo que no sucedía desde hacía casi 30 años, el nuevo equipo en la Casa Blanca ha cerrado las cuentas en español que el Gobierno tenía en las redes sociales. Por el momento, carece también de un interlocutor directo para temas hispanos, como sí lo tuvo la Administración Obama. La Casa Blanca ya es solo la White House. Al mediodía del viernes 20, mientras el recién investido Trump pronunciaba su discurso inaugural, la nueva Casa Blanca cambiaba rápidamente de manos, analógica y digitalmente. La cuenta de Twitter del presidente Obama pasó a ser la de Trump, y lo mismo sucedió con la página web de la Casa Blanca, que rápidamente colocó en portada una foto del nuevo mandatario. Pero no fue ese el único cambio. Además de variar y recortar sustancialmente los enlaces a los “asuntos” del nuevo Gobierno (temas destacados en la web de Obama, como la política sobre cambio climático, Cuba o el pacto nuclear con Irán fueron eliminados), hay otro botón que desapareció: “En Español”.
Que los hispanos no son una prioridad para el nuevo presidente quedó claro durante la larga campaña electoral, en la que demonizó a los inmigrantes latinoamericanos y puso contra las cuerdas al principal país de origen de la comunidad hispana de EE. UU, México. La única expresión en español que usó el entonces candidato republicano fue el despectivo “bad hombres” con el que se refirió, durante el último debate presidencial con la demócrata Hillary Clinton, para referirse a los inmigrantes “ilegales peligrosos” que ha prometido deportar.
¿Qué piensan los líderes europeos de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca? ¿A qué le temen? Las aprehensiones de diversos mandatarios europeos por la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses fue el primer tema del espacio televisivo “Mesa Redonda” de este miércoles, dedicado también al análisis de la reciente gira de Barack Obama por esa región para calmar a los demás miembros de la OTAN. La candidatura de Ángela Merkel a un cuarto período de gobierno en Alemania y sus condiciones para desafiar los criterios de Trump, y el proceso de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea también centraron el debate. La ambivalencia del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, parece tener un efecto de sombra sobre los mandatarios miembros de la OTAN, en los que resuena su discurso de campaña, preocupados por la seguridad integrada de la Unión Europea.