Editoriales

El Caos en el País del Realismo Mágico

Roger Green en su libro Las 48 Leyes del Poder, relata de una manera muy explicativa y brillante, la utilización del poder, ya sea para gobernantes o empresarios, haciendo un resumen muy preciso sobre las teorías de Tzun Tzeng en El Arte de la Guerra y, Nicolás Maquiavelo en El Príncipe.

Agregando su propia experiencia al resumir en 48 leyes según su libro, el manejo del poder. En el libro referido, la Ley No. 3, dice: Disimule sus intenciones: Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible sin decir nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de qué es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones, envuélvalos en una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas intenciones de usted, ya será tarde para ellos.

Los últimos acontecimientos acaecidos en Guatemala, nos reiteran que aquí la realidad, rebasa a la imaginación, durante la semana que hoy termina, sucedió una serie de hechos que hace pensar en las mejores películas de James Bond y las teorías del caos. En donde suceden acontecimientos como las amenazas dadas por el Barrio 18 ofreciendo atentados terroristas en las instalaciones de los servicios públicos, y amenazando de muerte al director del sistema penitenciario, y para colmo, el día de ayer circularon rumores en las redes sociales en los cuales alertaban a los bomberos de Villa Nueva para que no realizaran traslados de emergencia, de lo contrario se convertirían en víctimas.

Al hacer una relación de la Ley No. 3 del libro de Roger Green, pareciera que los distractores hoy día son uno de los preferidos por muchos sectores para la generación del caos entre la población guatemalteca, haciendo crecer aún más el terror y promoviendo la no atención de los verdaderos hechos importantes acaecidos o, que están por llevarse a cabo.

La pregunta entonces es: ¿a quién o quiénes se benefician del terror sembrado?, ¿Cuáles son las verdaderas intenciones que hay detrás de estos acontecimientos?, ¿a qué juegan los protagonistas del caos, o los que lo generan? Además del terror que día a día vivimos los guatemaltecos, ya sea al abordar un bus, o al caminar por la calle y correr el riesgo de recibir una bala perdida, o al ser víctima de los motoladrones al conducirse en su vehículo.

¿Cómo es posible que, en este bello país, podamos seguir viviendo en un ambiente en donde la vida no vale nada?, donde diferentes sectores de la sociedad se preocupan más por sobrevivir que por vivir en un ambiente que busque el bien común, en donde las autoridades se preocupan más por no ser involucrados en alguna denuncia de corrupción, que en realizar bien su trabajo.

O los guatemaltecos somos capaces de enfrentar y combatir todos los males que hoy día vivimos, o llegará el momento en el cual, nos convertiremos en un verdadero infierno, en el donde sea imposible desarrollarnos y alcanzar la verdadera paz que todos anhelamos.

Siglo.21 hace un llamado a nuestras autoridades a enfrentar con gallardía y verdadera convicción las responsabilidades por las que los elegimos, y, al empresariado en general para que retomemos los motivos por los cuales han decidido creer, confiar e invertir en Guatemala, en la búsqueda de una nación verdaderamente LIBRE, JUSTA Y SOLIDARIA.

Redacción

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