Problemas al comunicar

Independientemente de lo que hagamos debemos reconocer que siempre estamos comunicando.  En el proceso de ser comunicadores, nos topamos con muchos problemas que la comunicación trae consigo. He estado meditando en dos en particular que les he visto frenar proyectos y, por momentos, destruir relaciones (personales y laborales). Estos dos problemas son:

El desafío de mostrar nuestras ideas de manera asertiva.  Ya sea de manera individual o colectiva. Muchas buenas ideas para hacer funcionar nuevos proyectos o para resolver problemas se pierden por la dificultad que tenemos por momentos de presentar nuestras ideas. Ser asertivo no es otra cosa sino tener la capacidad de poder exponer nuestras ideas de manera clara, pero sin el deseo de generar imposición en la otra persona en cuanto a nuestra forma de pensar.  Es justamente eso: una exposición de nuestro punto de vista, criterio y opinión. 

Cuando logramos transmitir una idea de manera correcta estamos en las puertas hacia el cambio.  Los cambios surgen de las ideas y, tenemos que reconocer, que no siempre hemos sido del todo certeros para que eso se logre. Exponer ideas es un desafío.  Un desafío cuando estamos en una conversación uno a uno o cuando tenemos el reto de estar frente a un grupo buscando transmitir esas ideas. 

La batalla por expresar nuestras emociones adecuadamente.  Es más sencillo expresarnos desde la emoción que hacer una expresión correcta de la emoción.  El mensaje interno que nuestra comunicación traslada se convierte en una batalla constante a librar.

En este segundo desafío me centro en el reto de ser emocionalmente correctos al momento de trasladar el mensaje interno que todo proceso de comunicación conlleva.  Resulta complicado, pues difícilmente hemos recibido orientación para poder expresar adecuadamente las emociones.  Particularmente he sido testigo de dos procesos opuestos y, por lo extremo de su posición, no funcionales: dejarnos llevar por el impulso que genera la emoción o reprimirla y no hacer nada con ella.

El proceso de gestión emocional es clave para desarrollar una comunicación que sea efectiva y contundente en cuanto a resultados.  Considere usted mismo las oportunidades que ha dejado ir o los problemas en los que se ha metido a causa de no hacer una gestión emocional correcta y que esto se traduzca en un mensaje que llega distorsionado en cuanto a la intención de fondo que pretende dar.

Estos dos problemas no son imposibles de librar, se requiere intencionalidad para librarlos y, puedo asegurarle, que en la medida que avanzamos en vencerlos nuestros resultados en la vida se van potenciando. Este 22, 29 de marzo y 5 de abril estaré desarrollando un curso en el que en esas tres sesiones abordaremos este arte maravilloso de comunicar, si desea información sobre el mismo puede escribir a desarrollo@agentedecambio.com