Reformas al sistema de salud divide a los republicanos
Los republicanos parecen estar preparados ahora para comenzar a actuar a través del Congreso para reformar el sistema de salud de Estados Unidos, después de siete años de alardear y de promover iniciativas sin resultado. Sin embargo, eso no significa un Partido Republicano unificado o que haya algún éxito garantizado. Hay profundas divisiones entre los republicanos sobre el programa gubernamental de asistencia médica para los pobres o discapacitados Medicaid y algunas propuestas de impuestos.
Aun así, dos comisiones de la Cámara de Representantes (la de Energía y Comercio, y la de Recursos y Arbitrios) planean comenzar a votar el miércoles próximo sobre iniciativas de ley relacionadas al sistema de salud. Los líderes republicanos quieren hacer avanzar este mes el paquete a través de la Cámara de Representantes y esperan que el Senado pueda evaluarlo antes del receso del Congreso, a principios de abril. Es un cronograma ambicioso para lo que podría ser la batalla más importante del Congreso este año.
UN OBJETIVO NO LOGRADO
Derogar la reforma de 2010 del sistema de salud del presidente Barack Obama (conocido informalmente como Obamacare) ha sido durante mucho tiempo el objetivo central del Partido Republicano. Esa consigna ayudó a Donald Trump a ganar las elecciones y ha impulsado la agenda republicana en el Congreso, dotó de material político a los candidatos republicanos e impulsó innumerables eventos de recaudación de fondos.
Sin embargo, los republicanos nunca se han unificado detrás de una alternativa clara y pasaron años redactando decenas de proyectos de ley con los que intentaron desbocar la reforma de Obama, sin llegar a alguna parte. Ahora no tienen pretextos: tienen un presidente del Partido Republicano y controlan la Cámara de Representantes y el Senado, por lo que los votantes esperan que cumplan. Los líderes del partido están apostando por ello.
«Si usted es un republicano que está en contra de la revocación del ‘Obamacare’, va a tener que dar muchas explicaciones a sus votantes», dijo Doug Badger, un asesor republicano para temas de salud. Hay pocos conservadores intransigentes en las dos comisiones que están por votar en los próximos días, así que ambas seguramente aprobarán la norma, venciendo la oposición demócrata unificada.
Los mayores escollos estarían en los plenos de la cámara baja y el Senado. Si 22 representantes republicanos o tres senadores republicanos se unen a los demócratas en su oposición, fracasaría la nueva ley sanitaria. En la actualidad, el proyecto de ley republicano daría a los estados cantidades fijas por cada beneficiario del Medicaid, un proceso para reducir gradualmente el programa de salud federal-estatal para los pobres.