Hábito ganador

Un contraataque y un córner. Solo con eso el Chelsea cocinó un nuevo triunfo, el decimoctavo en las últimas 21 jornadas, que le acerca más al título.

Los blues se han acostumbrado a ganar. Una buena práctica que adquirieron en octubre y de la que no se quitan. Ejercicio, nada de comidas pesadas y triunfos. Vida sana de líder. Es la rutina del equipo de Conte que le hace sobrevivir a irregulares partidos. Sobre su colchón de 10 puntos sobre el segundo (que podría reducirse a siete si el City gana su partido pendiente al Stoke) descansa un Chelsea que tumbó al West Ham (1-2) sin brillo y tirando de su hábito ganador.

En el Olímpico de Londres a Kanté le sobraron piernas. Las calles en las que Bolt se coronó en 2012 rodearon el césped en el que el medio francés se vació sin descanso. Va de exhibición en exhibición. Dirige todo el tráfico, no deja sin control ningún balón que pasa por su zona, cortocircuita el juego rival.

Kanté robó el balón y llegó el gol. Inició la contra, Hazard y Pedro salieron lanzados y el extremo español asistió a la estrella belga (tercer partido consecutivo de liga que regala un gol).

El West Ham lo intentó sin suerte. Cuando se acercaba al premio, Courtois o el muro azul le privaban de él. Y en otra jugada made in Chelsea, en un córner botado por Cesc, que volvió a ser titular y decisivo, y ‘tocado’ por Cahill, Diego Costa marcó el 0-2 de manera poco ortodoxa. Lanzini encontró el premio a su desgaste con un gol a un minuto del final. No había tiempo. Los blues ya habían empaquetado el triunfo

Redacción

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