Pulso Económico

China, el nuevo banquero de Brasil

Brasil se ha convertido en los últimos dos años en el principal beneficiario de las abundantes líneas de crédito de los bancos institucionales chinos. Vayan directamente al Estado o a empresas públicas, Pekín otorgó el año pasado préstamos por valor de $15,000 millones, un máximo histórico que coincidió con uno de los años más convulsos en lo político y lo económico en el país latinoamericano. La fuerte inyección en 2016, junto con la realizada el año pasado, sitúa a Brasil como el segundo mayor prestatario de China en la región después de Venezuela, que en los últimos años había acaparado el flujo de dinero del gigante asiático hacia América Latina.

China concedió a Latinoamérica préstamos por valor de $21,200 millones de dólares el año pasado, más que los créditos dados por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo de forma conjunta. De estos, un 72 por ciento recayeron en Brasil, según datos del informe anual del centro de estudios Diálogo Interamericano.

CANALIZACIÓN DE FONDOS

La mayor parte de los fondos se canalizaron a través de la empresa nacional de petróleo Petrobras, a cambio de envíos de crudo a China, con el objetivo de financiar su abultada deuda. La petrolera fue en 2015 el centro de un escándalo de corrupción masiva y desvío de fondos públicos. La gran mayoría de fondos van dirigidos a proyectos relacionados con la energía o la construcción de infraestructuras.

El informe, que se publica desde el 2005, indica que Brasil no ha sido tradicionalmente uno de los grandes beneficiados de estos préstamos, con excepción del 2009 (el año en que China se convirtió en el primer socio comercial del país), cuando se concedió un crédito a Petrobras por valor de $10,000 millones de dólares. Desde entonces no recibió más fondos hasta 2015, con cinco préstamos por un valor total de $10,500 millones. En total, Brasil ha acumulado en los últimos 11 años $36,800 millones de dólares procedentes de China.

Estos desembolsos deja a Brasil solamente por detrás de Venezuela ($62,200 millones, el mayor desembolso de crédito del gigante asiático a otro Estado), mientras que el podio lo completa Ecuador, con $17,400 millones. Argentina, uno de los habituales en la lista, no recibió ni un centavo el año pasado, el primero de la nueva administración de Mauricio Macri.

FUENTE DE FINANCIACIÓN

“China es una fuente de financiación crítica para países como Venezuela, Ecuador, Brasil y Argentina, que han tenido un acceso relativamente limitado a los mercados de capitales internacionales en los últimos años. Si 2016 sirve como referencia, los bancos institucionales chinos seguirán siendo una verdadera línea de vida para las economías más frágiles de la región”, dice el informe.

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