El Nazareno del Miércoles Santo

Por: Pablo Aparicio

El año 1955, fue el que marcó en muchos aspectos a la Semana Santa guatemalteca. Ese Jueves Santo un grupo de cucuruchos caminaba en fila en la Procesión de Jesús de Candelaria y comentaban que se sentía muy largo el tiempo desde la procesión de la Reseña de Jesús de la Merced el Martes Santo en la mañana, hasta que el Nazareno de Candelaria salía, casi 36 horas después. Acordaron que después de Semana Santa se reunirían para ver cómo se podía llenar ese vacío. El caballero Jorge Ernesto Palomo sugirió a varios de ese grupo que se considerara a la antigua y muy bella imagen de Jesús Nazareno, que se veneraba en la entonces derruida y poco visitada capellanía de Santa Teresa.

20170324 El Nazareno del Miércoles Santo 1
F: COLECCIÓN PRIVADA LUIS ORDÓÑEZ FLORES

Es así como atendiendo a la convocatoria y sugerencia del señor Palomo, el 25 de abril de ese mismo año, se reúnen en casa de Carlos A. Sánchez, ubicada en la Calle de Matamoros 15-64, zona 1, un grupo de amigos, para dar vida nuevamente a la Asociación de Jesús del Rescate, cariñoso nombre que se le da a esta imagen desde que permanecía en el valle de Panchoy por un relato popular que dice que por penurias económicas las monjas carmelitas lo empeñaban para poder pagar sus deudas y devotos que se extrañaban por su ausencia en el convento de Santa Teresa preguntaban por él, les indicaban de su infortunado destino y entonces reunían el dinero para “rescatarlo” y devolverlo a sus custodias.

Hay evidencia que ya en la Nueva Guatemala, el Señor se procesionaba en Martes Santo y que tenía una agrupación que organizaba estos pequeños cortejos así como también hay dato concreto que la procesión sale por vez última en 1941. Se celebra, pues, la reunión, gozando del beneplácito del entones capellán de Santa Teresa, el reverendo Federico Nanne Aycinena, quien posteriormente recibe a los designados en esa reunión como directivos, dándoles posesión para el inicio inmediato de funciones. Se realizan múltiples actividades en la casi ruinosa iglesia con el fin de ir dotando enseres a las imágenes y en general de proveer de mejores condiciones al templo. La primera procesión bajo esta directiva se define para realizar el próximo Miércoles Santo 28 de marzo de 1956, para la cual se inscriben poco más de 300 cargadores usándose un anda de 22 cargadores, con la alegoría de la “Vía Dolorosa”, iniciando entonces una etapa procesional que no se ha interrumpido hasta nuestros días, experimentando un vertiginoso crecimiento en cuanto a la participación de fieles, tanto en filas como en los que salen a su paso año con año.

Gran parte del desarrollo del cortejo, en sus primeros años y casi hasta el fin del siglo XX, correspondió a la mancuerna de trabajo que los muy recordados caballeros, Luis Osbaldo Aquino Coronado (QEPD) y don Jorge Lorenzo Flores (QEPD), en compañía de otros dilectos colaboradores, destacando entre ellos don Sergio Pérez Hernández, quien en este 2017 aún sirve con el mismo entusiasmo y devoción que ese primer día que fuera invitado por su amigo “Jorgito” Flores a cambiarle las flores a Jesús. Casi todas las historias y testimonios de devotos de Jesús del Rescate son ejemplo de una devoción sencilla, de una fe genuina que se apoya en la tradición de antañones barrios que huelen a incienso, suenan a marcha fúnebre y lucen a alfombra multicolor.

Al cortejo se le fue dotando de enseres y parafernalia, sencilla, pero muy sobria. El Señor recibe de obsequio una marcha oficial bellísima titulada Jesús del Rescate, joyas, cruces y otros detalles cariñosos de sus fieles, al igual que la Santísima Virgen, quien le acompaña desde ese primer cortejo cada Miércoles Santo y el resto del año en la bella capilla que desde 1957 al 2012 los guardó y ahora en sus respectivos camarines estrenados como parte del proceso de restauración y conservación a que fueron sometidos desde el 8 de abril de 2013 al 29 de marzo de 2014.

Llega a nuestros días este cortejo y su devoción, que resurge de las ruinas, al igual que su templo, de la mano de los frailes Carmelitas Descalzos, siendo ahora el de mayor convocatoria del día, recorriendo casi 90 cuadras en 12 horas aproximadas de procesión. Ciertamente ha cambiado mucho, por el paso de los años, pero mucho de lo que ha hecho al cortejo del Señor del Rescate se mantiene y los organizadores de sus actividades de veneración así lo sabrán conservar.

Esta procesión tiene características muy especiales que la diferencian, como es el caso del uniforme que se utiliza para cargar, pues se usa traje de calle oscuro, en vez de cualquiera de los estilos de “cucurucho” que se usan en la Cuaresma y Semana Santa guatemalteca. Muchos de los turnos que se dan durante el recorrido son adquiridos por instituciones públicas y privadas, familias u otro tipo de agrupaciones desde hace muchísimos años pues de esa forma se fue forjando la procesión, al garantizarse cargadores de estos turnos extraordinarios, cuando en aquellos años la demanda de turnos era muy diferente a la actual, en la que se cierra el cupo, semanas previo al Miércoles Santo.

Muchos cargadores de las procesiones “grandes” iniciaron a cargar en Santa Teresa, debido al peso y dimensiones de sus andas, siempre mesuradas en peso. Por muchos años, ese inicio o estreno en la procesión de los mayores se dio para los que alcanzaban finalmente la altura de 1.20 mts al hombro, en el turno 4, de la 10a. avenida “A” a la 11 avenida sobre la 3a. calle zona 1.

El recorrido ha crecido conforme la demanda lo ha hecho necesario, buscando siempre conservar pasos tradicionales, donde es recibido con cariño y homenajes de devotos que en familia esperan el paso del bello Nazareno, el de los ojos tan hermosos, expresivos y vivos, el del perfil nasal perfecto, el de los labios que van abiertos porque va diciéndonos algo, el de la cintura doblada por el peso de la Cruz, el consagrado hace 45 años… el que con manos vigorosas carga el madero y va con paso firme camino al Calvario.

Se acercan los días de la Semana Mayor y es común al pasar por las noches frente a Santa Teresa y ver las luces del interior del templo encendidas y esto llena a sus devotos de ilusión y expectativa pues saben que se está trabajando para que el Señor del Rescate salga una vez más a impartir sus bendiciones y dejar viva la esperanza que tras una dolorosa Pasión viene la gloriosa Resurrección

Redacción

Equipo de redacción