La fábula del tiburón y las… cadenas
Mirilla Indiscreta
La imaginación tiene como límite… la realidad. Y la realidad cuando llega al límite de la tolerancia le da paso a la imaginación.
Cuando la realización es plena, aspiración en la mayoría de los casos, al parecer imposible, La fantasía tiende a crear paraísos que vienen a ser la extensión idílica de una realidad compleja y hostil.
Cuando la realidad llega a un nivel de frustración total… surge la fantasía partiendo de esos mundos obscuros, hasta lograr la destrucción de la pesadilla, dándole cuerpo a la idealización del futuro. Tarea difícil pero no imposible para las nuevas generaciones.
Nunca he logrado entender por qué razón nuestra sociedad, pocas veces le haya dado posibilidad a la fantasía.
Saltando de un mundo obscuro a otro, siempre esperando, una decepción mayor. Entendemos más la belleza de nuestro país por la admiración de los turistas que se atreven a visitarnos qué por experiencia propia.
Es complicado sin felicidad, paz y tranquilidad, alcanzar la contemplación de la belleza.
Pareciera que los guatemaltecos nacimos con vocación de herreros, en talleres con pocas herramientas anticipándonos a lo que nos deparara el futuro.
En mi generación, como estudiantes de secundaria, teníamos acceso a un martillo y una especie de formón, que igual se usaba para moldear madera o para partir metales.
Con don Chepe Castañeda en su clase de Artes Industriales del Instituto Nacional Centra Para Varones, esas eran herramientas multiusos, que se utilizaban para afinar madera o partir el hierro a base de martillazos.
De una enseñanza de adolecentes a una práctica política desde que despuntamos nuestra juventud.
Siempre cortando cadenas, soñando futuros inconclusos, obstruidos, diseñados para evitar que nos nacieran alas.
Nacimos en un país generoso en recursos para hacer felices a sus habitantes y nos lo han quitado siempre.
En la lucha de recuperarlo, en el afán de vivirlo, han nacido y muerto cientos de generaciones, en un interminable afán de tomar posesión de lo que nos pertenece pero que nos han negado de manera permanente.
Una especie de herederos de un intestado eterno, con tutores nacionales y extranjeros, que nos han evitado tomar posesión del bien más valioso…nuestro país.
Demasiado poético para ser real o demasiado real para poder hacer poesía.
Con pocas excepciones poetas y escritores salen del lamento a la exaltación…preñada de tristeza en reiterada referencia al sufrimiento de la gente.
Llena de melancolía la descripción de la tierra. Siempre reivindicando un derecho…siempre describiendo una opresión.
Ahora entiendo más las clases de don Chepe, con su experiencia y sabiduría, nos entrenaba para romper cadenas.
De tus viejas y duras cadena, tú forjaste con mano iracunda, el arado que el suelo fecunda y la espada que salva el honor.
De las cadenas ni hablar…allí siguen, quizá aquellas de 1821, cedieron algunos eslabones pero pronto las reconstruyeron. Volvieron a ceder en 1823, que las rescatamos al Imperio mexicano de Iturbide.
Pero siguen reproduciéndose como amebas, se estiran pero se auto-forjan de nuevo, con ayuda de herreros guatemaltecos, que en eso de luchar por la libertad se han hecho expertos… en ponerle precio a las cadenas.
Del arado ¿cuál arado? si hemos echado mano del trabajo manual de la gente de campo. Los arados son pocos, los campesinos millones y millones de brazos morenos y manos encallecidas que heredan en lugar de bienes…Somos un extraño país que en lugar de educación, seguridad, salud, trabajo, casa propia… ojalá un país…heredamos manos
¿Y la espada que salva tu honor?…es un tema muy difícil de tratar…porqué ha sido muy complicado, definir, en primer lugar, el honor patrio. Y en segundo lugar, quién tiene la espada para salvar ese honor.
Se supone que para salvar el honor, se forjaron los ejércitos. El tamaño del honor, dependerá en consecuencia, del tamaño de quienes tienen que custodiar y defender ese honor.
Las potencias de hoy y de ayer, siempre midieron el tamaño de su honor, con la capacidad de proteger la defensa de sus territorios propios, conquistados o simplemente ocupados.
Así que hay honorotes y honorcitos, y los honorotes, dominan y deciden por los honorcitos. Aquí y en el resto del mundo.
Con semejante distorsión de valores universales nuestro honor, poco o nada puede hacer para defenderse frente a los honorotes.
Por esa razón. ante nuestra propia indefensión, frente al juego de fuerzas universales, preferimos que nuestras espadas terminaran brillando hacia adentro…no teníamos nada que hacer más allá de nuestra minúscula realidad geopolítica.
¡Y aquí surgió el conflicto¡. Servidores todos de las cadenas, que nunca transformamos en arados, nos hicieron usar las espadas para cuidar las cadenas-
Y dimos cadenas y espadas, al mundo de los poderosos. Y nos despojaron de nuevo. Unos pagaron por espadas históricas, y otros intrusos obsequiaron espadas para competir por las cadenas…Y caímos en la trampa…y nos matamos unos a otros, para ofrendar cadenas
Sólo que ahora, gran ironía, las espadas de los intrusos sirven a sus antiguos enemigos, metieron a la cárcel a las espadas históricas, inverosímil contradicción.
Uno de los honorotes traicionó a sus espadas, y contrató a las otras, para el mismo fin , encadenarnos a los que estamos adentro.
No sé por qué, la narrativa del profesor, así explicaba a sus alumnos, de quinto año, una versión fabulada de la realidad nacional. Me recordó al Presidente Morales. No por sus contenidos, si no por la evasión figurativa sin llamarle a las cosas por su nombre y configurar historias en lugar de confrontar los hechos.
¿Cuál es el temor de describir la realidad actual con lenguaje más claro profesor? Le pregunté de manera impertinente ¿Usted cree que sus alumnos entendieron tanta alegoría? Lo cuestioné cuando nos dirigíamos a la dirección del plantel, donde nos reuniríamos con miembros del claustro y el Presidente de la asociación de estudiantes, quienes aceptaron darme su propia versión del acontecer nacional.
– Y que quiere que haga, don Edmundo – procuró explicarme antes de iniciar la reunión planeada – Apenas soy el profesor. Ni Presidente de la República. Ni Diputado y tampoco Magistrado, don Edmundo. Y como profesor no quiero despertar más rencores en los alumnos, que los que ya les siembra la realidad del país.
El Doctor Arévalo – continuó – esencialmente un maestro, escribió su célebre libro: La Fábula del Tiburón y las Sardinas, para describir partiendo de la fauna marina, lo que la realidad latinoamericana significaba como insignificantes sardinas frente a la ferocidad del tiburón, engullendo siempre a indefensas presas – ilustró la conversación.
Y lo grave don Edmundo, es que estos patojos han crecido no en el mar abierto, donde pueden guarecerse de semejante apetito. Crecieron ya, en una pecera, donde el tiburón es el amo, y se están acostumbrando a ofrecerle alimento, como parte de una obligación histórica. Y aunque la pecera está a la orilla del mar, no lo conocen don Edmundo. Desde el tiempo de los españoles, buscando el oro, nos alejaron del mar- insistía en seguir fabulando la conversación.
Mire profesor – procuré llamar su atención – le agradecería que en la plática con sus colegas y el Presidente de la Asociación, seamos más explícitos, concretos y claros – le solicité finalmente.
-Si le da miedo al Presidente hablar con claridad e igual que yo recurre a cuentos y parodias, imagínese a mí, un pobre profesor de secundaria
A mí me meten al bote…quizá por acoso intelectual a los estudiantes. Que seguramente muy pronto también será prohibido.
El Director del establecimiento con igual preocupación, aunque no la dijo, evitó atendernos en su despacho. Prefirió hacer un círculo de sillas metálicas en el corredor y nos hizo las siguientes prevenciones. Que conste que ésta reunión es voluntaria, nadie los obligó a asistir…se está haciendo fuera de horarios, para que no nos acusen de incumplimiento de deberes y el Presidente de la Asociación asiste en calidad de invitado para que no nos acusen de Coacción de menores…Bueno señores…debidamente advertidos…apaguen sus teléfonos celulares y empecemos don Edmundo- concluyó con meridiana claridad.
-Pues mi confusión don Edmundo- rompió el debate uno de los catedráticos – es que imparto la materia de Educación ciudadana, cívica y apuntes de Derecho – delimitó su campo y continuó – No encuentro la forma de explicar algunas inquietudes de los muchachos. Ejemplo me preguntan ¿por qué el Presidente se encuentra cercado por los otros organismos del Estado?… el Judicial y Legislativo y como le pudo costar el puesto de Presidenta de la Corte a una magistrada que expresó en un tweet, que se debía dejar trabajar al Presidente… Y notan ellos, que fue el inicio de una confabulación bien orquestada que le costó el cargo. ¡Está claro que nuestra Constitución prescribe que no hay subordinación entre los Organismos del Estado¡ pero presupone que tengan que trabajar coordinando esfuerzos en sus respectivos campos. ¿Pero como les puede explicar que en Guatemala se impida la interrelación entre organismos pero no se tenga ninguna limitación para ir al extranjero, específicamente a las cámaras de representantes de los Estados Unidos de América, a solicitar abiertamente respaldos políticos para ejercer un poder ajeno en nuestro territorio? Y ese sometimiento parezca tan natural y sin consecuencias. ¿ cómo les puede explicar a los alumnos cuando se lo preguntan ?
Todos pusieron cara de preocupación…y parecieron meditar una posible respuesta.
-En esas condiciones profesor- dijo el maestro Larrazabal, más conocido como Ojo de Aguila por su habilidad de saber nombres y apellidos de todos los alumnos y llamarlos al plantel si se hacian los disimulados a sus indicaciones: Arroyave, Santizo y Maldonado…a clases- apuntaba imponiendo el orden.- Debe de ser muy complicada su posición-aceptó, agregando- No me imagino justificando a los alumnos que un Presidente del Congreso, en un exceso de franqueza, denuncia, amenaza a sus compañeros o por simple complacencia, aceptara públicamente que recibía las ordenes en inglés. Terminó
-Debe ser más duro para el Presidente aceptar sin chistar palabra, mucho menos, protestar, que prácticamente lo amenacen y le marquen desde el exterior los límites de su capacidad de mando …se debe sentir horrible don Edmundo- agregó el reconocido maestro Amado, acreditado también por su vena poética.
Don Abraham, como le llamaban con profundo respeto y admiración, al mayor de todos ellos, apuntó – Yo con mis años, he visto de todo. Pero me cuesta recordar una intervención tan cruda y clara en todos los campos estratégicos de la vida nacional, como la actual. Jamás, llegué a pensar que una lucha contra la corrupción, aceptada y urgida por todos, terminara o pretendiera instalar un nuevo régimen político, cambiando incluso, nuestra Constitución. Susurró por la edad- Si no sirve el Congreso, amenazado y en proceso de depuración permanente. El Organismo Judicial, totalmente intervenido y el Ejecutivo, cercado con funcionarios ajenos al mandato de su jefe natural – y puso un ejemplo -¿Cómo se explican ustedes, que el Jefe de Estado, en el caso de las niñas mártires de la virgen, girara instrucciones directas a la Policía en lugar de ordenárselo al Ministro de Gobernación? ¿Será que no goza de su confianza o quizá que el funcionario recibe órdenes de despachos ajenos al presidencial? ¿Quién sabe? Pero yo tampoco se lo podría explicar a mis alumnos.
-Gracias a Dios- exclamó piadoso, el Profesor Castañeda, maestro de música y excelso pianista, no le han declarado la guerra a las maras, porque seguramente recurrirían a los Marines en lugar de nuestro Ejército.
El profesor Amézquita Director del Establecimiento hizo su intervención partiendo de la exposición don Abraham – Yo de verdad, sólo veo dos salidas : O recobra su autoridad el Presidente, antes que nos quedemos sin gobierno o en manos de vasallos o decide convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, antes que nos desarmen la Constitución y nos retornen a una confrontación que termine nuevamente en un enfrentamiento armado…creo que muy poco falta para esa posibilidad…Un tiro de más y perdonen pero se jodió la cosa- advirtió.
¿Pero cómo lo puede hacer el Presidente si lo tienen cercado? Tiene que dar un golpe – hizo una pausa mientras todos abrían los ojos como les fue posible, ante semejante blasfemia política, recordando el Serranazo – No se asusten- apresuró la aclaración – no me refiero a uno de Estado, que es la opción que estarán analizando algunos sectores frente a la anarquía… Me refiero a un Golpe de Autoridad, que en un país de tradición presidencialista, no alcanza a comprender una Presidencia de la República: atropellable, desacreditable. Oficio de los detractores con respaldo y poder mediático…y desde luego al asecho, preparando el terreno todos los días, para dar el zarpazo final si las condiciones y las instrucciones se los permiten –
-Pero el Presidente no acepta su condición de rehén- intervino el joven Presidente de la Asociación de Estudiantes. Ya ven, la última vez que dijo que podía disponer de los titulares de los cargos públicos, lo regañaron inmediatamente aquí adentro y le promovieron unas nalgadas desde el extranjero- agregó irónico
– Con respeto, Ceballos -reprimió el Director- Por comentarios ligeros como ese es que cualquiera con acceso a un micrófono en televisión o la radio, se atreven a retarlo tratándolo de vos en sus programas y denigrando su elevada posición- sentenció el Jefe del Plantel.
– Disculpe don Adolfo- respondió- tiene razón…pero volviendo al tema, creo en el Golpe de Autoridad, antes de que desarmen el gobierno y dejen en los puestos a serviles expertos en el arte oportunista de le genuflexión al poderoso.
– Si algunos funcionarios lo disculpan, afirmando que no tiene el poder de cambiar a todos sus ministros, pues que lo intente, cambiando de inmediato a los que puede. Aunque el ideal, si quiere recuperar autoridad, es convocando a un gobierno de Unidad Nacional, cambiando todo el gabinete. ¡La verdad maestros, entiendo que dadas las circunstancias es un acto heroico, pero todavía puede rescatar el respeto de nosotros, las nuevas generaciones, si es capaz de recuperar su autoridad presidencial.
– No me parece mala idea- intervino de nuevo el maestro de maestros, don Abraham, esas son las ideas que deben aportar los jóvenes para no ser parte de un país…sin país. También le agregaría, la conformación urgente de un Equipo de Alto Nivel constituido por dirigentes reconocidos y solventes, que con absoluta franqueza, y sin encubrirla, negarla o disfrazarla, discutan los términos y límites de la Intervención directamente con el gobierno del Presidente Trump. Como se hizo con los tratados de paz de centro américa, cuando la intención inicial del Presidente Reagan era invadir Nicaragua y se pudo evitar a través de los acuerdos de Esquipulas. Dos círculos se cierran sobre el Presidente – continuó el líder estudiantil – el interno que avanza aceleradamente hacia la desintegración del gobierno por etapas programadas, fomentando la anarquía y preparando la transición hacia uno nuevo. Y el externo que cerca al país, al norte con México y al sur con los límites del triángulo Norte. El Presidente tiene que liderar con los de la región un plan de inversiones públicas y privadas que dispare un desarrollo acelerado que evite las migraciones preocupación de los EEUU creando zonas de libre comercio en Departamentos fronterizos. En el caso de Guatemala: Quezaltenango, San Marcos, Huehuetenango, El Quiché y Sololá declarándolos Zona Estratégica del Desarrollo Regional Centroamericano y República Dominicana como miembros del SICA (Sistema de la Integración Centroamericana) – continuó el líder estudiantil, radiante de ilusión y esperanza.
Esa es la salida don Edmundo, y si no, antes de que se descalabre el gobierno, que el Presidente convoque a una Asamblea Nacional Constituyente y el Congreso que apruebe una Ley Electoral con vigencia para una sola vez –
Suficiente – les dije – me han saturado de ideas muy interesantes y a mi juicio sensatas, ojalá El Presidente tenga la posibilidad de acceder a sus valiosas opiniones.
Me fui con un ejemplar, con dedicatoria personal de La Fábula del Tiburón y las Sardinas… ¨Para mi talentoso pariente…….cordialmente Juan José Arévalo¨
Y pensé parafraseando a otro literato guatemalteco Augusto Monterroso, autor del cuento más corto del mundo:
¨ Y cuando desperté el Tiburón aún estaba allí ¨
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