¿Agua que se come?
Un grupo de diseñadores residentes en Londres, pensaron en una forma de sustituir las botellas plásticas y así detener un poco la contaminación cuando estás son desechadas.
Los ingeniosos se cuestionaron sobre lo que pasaría si esos recipientes pudieran comerse o tirarse sin causar contaminación, de esa cuenta crearon algo novedoso, una membrana comestible de algas que fue creada a partir de la técnica culinaria de esferificación, manera en que el agua queda encapsulada en una especie de bola gelatinosa.
Ooho!, el nombre del invento, está inspirado en una yema de huevo, elaborado con algas pardas y cloruro de calcio en porciones de modo que puedan crear una gelatina. Sus creadores opinan que el envase es barato, resistente, higiénico, biodegradable y comestible.
En diferentes tamaños, la doble membrana gelatinosa protege higiénicamente el interior y permite localizar entre las dos capas etiquetas de identificación con cualquier adhesivo. Además, según sus creadores, la idea principal de Ooho! es que todo el mundo pueda hacerlo en su cocina, modificar e innovar la receta.
Con información: ABC es Ciencia