Pascuala Abaj: fe y tradición
Santo Tomás Chichicastenango, municipio situado en el departamento de Quiché, a 145 kilómetros de la Ciudad capital, pueblo que se admira porque es uno de los poblados que sigue conservando sus tradiciones, su grandísima fe y reconocido mundialmente como la Cuna del Turismo.
Dentro de sus tesoros y bellezas se encuentra un lugar llamado Pascual Abaj, el “Mágico” altar maya, situado en la cima del Cerro Turkaj, a 1,200 metros del centro de la localidad de la tierra mash.
En la cúspide de esta cima se encuentra un altar de piedra con dos cruces cristianas, dedicado al dios Pascual Abaj, es un lugar lleno de historias y leyendas donde se practican ceremonias, ritos ancestrales y algunas veces sacrificios de animales. En el lugar, en el cual está asentado se puede admirar un claro bosque lleno de pinos, que es la admiración de propios y extraños.
Todos los días del año el visitante puede contemplar a los Chamanes cuando se entregan con mucha devoción para pedir por el bienestar del pueblo masheño, la paz en el mundo e implorar por medio de sus rogativas, la abundancia en sus cosechas, la salud de las familias y la prosperidad de sus negocios.
Todo el entorno se llena de lindas flores, candelas, veladoras y prevalece el olor a incienso, el cual a través de sus volutas de humo se dirige en forma etérea hasta el buen Dios.
Una versión del origen de la piedra
Hay versiones diferentes sobre esta piedra sagrada, una de ellas es que Turcaj significa desatarse y se podría pensar que es la diosa de la fecundidad
, tal vez por eso es visitada por los novios cuando se van a casar, realizando este acto ante el ídolo o efectuando el pedido de mano ante esta piedra sagrada.
Cabe decir que en las faldas de este cerro se encuentra una morería y un museo, los cuales son visitados antes y después de ascender a la cima.
Visitar Santo Tomás Chichicastenango es adentrarse en la cultura maya, conforme pasa el tiempo es más añejo y admirado.
