Muchos otros expresidentes estarían con Otto… (I)
E n este mes de abril se cumplen dos años de que se destapara el caso La Línea, que empezó un movimiento cívico conformado por diversos sectores que logró la renuncia de la Baldi y de Otto, figuras tan queridas en memes y chistes. Dos años y aún no se resuelve nada.
Cabe resaltar que la mala pasada que le tocara a Otto Pérez y el gobierno Patriota, se debe a que la coyuntura permitió que la bomba estallara. La CICIG, que él mismo prolongara por presiones como él lo ha calificado, se instaló en el momento adecuado a la hora adecuada, y todo salió mal para esta red de corrupción que, en otra época, muy seguramente hubiera salido intacta e ilesa. Pero no.
Es ahí cuando pienso que todos los gobiernos anteriores deberían, diariamente, colocar velas a los santos de su elección. Porque ahora resulta que se las quieren llevar de solventes moralmente, cuando todos sabemos que más bien, por un golpe de suerte, no tuvieron que enfrentar la justicia como lo hiciera el Patriota.
Desde los tiempos de Cerezo, inaugurando la era democrática, se ha visto en este país un enriquecimiento estúpido de todas las personas que pasan por el Gobierno, evidentemente un cambio de estilo de vida que los sueldos no permitirían, ni de chiste, poder tener. Cuentan por ahí que este pintoresco expresidente, se movilizaba antes de entrar a la guayaba en un humilde escarabajo de la marca alemana. Un carro para nada parecido a la comodidad que luego, ya en el poder, le otorgaría su infame yate tan recordado, Odiseo. De dónde sacan los cientos de miles de dólares que puede costar ese lujoso medio de transporte, seguramente no de vender el escarabajo. Son cosas que simplemente, no cuadran.
Pero, en fin, Cerezo debería de empezar a prender las velitas y dar gracias todos los días. Serrano figuró por escándalos y clavos internacionales. La sopa de cebolla que dice que iba a degustar en Nueva York, cuando lo vieron entrando a un prostíbulo, merece una columna aparte. Luego de que nos dejara y optara por retirarse a Panamá, este florido expresidente decidió darse una vida llena de lujos, con caballos peruanos como punta de lanza. Parece que ahorró bastante en su tiempo en la Presidencia, para luego poder retirarse al estilo Rockefeller o Rothschild. Si ellos pueden, ¿por qué no lo va a hacer él? Lo curioso es que el estilo de vida que lleva, se debe a que no era su momento para morir lentamente como sí le sucediera a Otto. Otro individuo que debería, religiosamente, prender velas a todos los arcángeles por haber salido invicto hacia el canal.
Ramiro de León no figuró por corrupción, sino otros clavitos internacionales son los que más se recuerdan, como un suceso que se desarrolló en un avión, cuando luego de varias bebidas espirituosas no le dio tiempo de ir al baño y, bueno, ya saben ustedes lo que pasó. Pero ese caso no merecía que fuera investigado por la CICIG, aunque seguramente sí hubo algo que investigar, pero otro que tuvo suerte de no contar con esta pequeña presión. (Continuará).