Columnas

El mejor cansancio de los abuelos

Recientemente (aceprensa, abril17) la Cámara de Diputados de Chile aprobó una propuesta de ley sobre el pago de salarios en toda regla a los “abuelos custodios”: aquellos que cuidan de sus nietos mientras los padres trabajan. La iniciativa chilena, que sigue a otra también muy reciente en Turquía –el denominado Proyecto Abuela–, persigue contribuir con un apoyo económico extra a los mayores, máxime cuando estos tienen que hacer importantes desembolsos en medicamentos.

En otros países aún no ha arraigado la idea de este cuidado de los pequeños como un trabajo remunerado, pero bien que se podría, porque, uno de cada cuatro abuelos dedica hasta siete horas al día a la crianza de sus nietos, según cifras publicadas por la Sociedad  de Geriatría y Gerontología (SEGG). ¿Un placer? ¿Una carga? Depende de la “dosis de nietos”, a saber, de cuánto tiempo y esfuerzo tienen que emplear en ello, con unas fuerzas y una atención que no son las mismas que en los años jóvenes.

Por contraste llamó la atención que la Asociación de Médicos Holandeses se haya tenido que manifestar en contra de que se apruebe una norma especial para aplicar la eutanasia a personas mayores que consideren que su vida se ha “completado”, porque algunas desean morir, dice, pero  esta aprobación “podría acarrear efectos sociales indeseables”.

Sobre este tema de los abuelos, el Presidente del Instituto Europeo de Marketing (aceprensa julio 2016) se refiere al creciente número de menores que han de ser apoyados por sus abuelos en los Estados Unidos: 2,4 millones de abuelos que se encargan de la crianza de 4,4 millones de nietos, según el semanario The Economist.

Igualmente la Academia Americana de Psiquiatría explica que los abuelos juegan un papel muy importante ya que sirven como modelos de comportamiento, transmitiéndoles normas, actitudes y valores, mientras que ellos reciben la compañía y el amor de sus nietos. Muchas familias marchan mejor gracias a los abuelos, y esto, en tiempos de inestabilidad, tiene mayor importancia. Por ellos alguien recientemente hacía hincapié en que “los jóvenes dan fuerza para hacer avanzar al pueblo, y los abuelos robustecen esta fuerza con la memoria y la sabiduría”.

No olvidemos que esto incluye directamente el tema de la familia, determinante para encauzar la sociedad hacia un futuro lleno de esperanzas. Puesto que la familia es principal escuela de las virtudes sociales, donde se aprende y se ejercita la capacidad de amar y de servir, la preocupación por los demás, el sentido de responsabilidad, la solidaridad. Y cada vez es más claro que una sociedad sana se refleja y se nutre de la salud de la familia. Igualmente, una sociedad enferma se refleja en familias débiles y deterioradas. Por supuesto hablamos de la única familia de siempre: basada en el matrimonio de uno con una y para siempre, abiertos a la vida; y aquí entra la posible ayuda de los abuelos.

Agradezcamos a esos países que tienen estos  programas: y pensemos…