Pulso Económico

Obesidad y desnutrición, sus efectos económicos negativos para cualquier país.

Por: Lic. Rafael Flores

Cuando se habla del impacto combinado de la desnutrición, sobrepeso y obesidad, efecto al cual los especialistas le dan el nombre de Doble Carga de la Malnutrición, es tema obligado el hablar de los impactos significativos y negativos en las tasas de enfermedades y mortalidad, afectando seriamente los resultados educativos y la productividad, dos áreas muy sensibles y que acarrean consecuencias económicas negativas, tanto para individuos como para sus comunidades y sus naciones.

En un estudio elaborado en conjunto por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para calcular las pérdidas en productividad, salud y educación, realizado en México, Chile y Ecuador, y titulado El costo de la doble carga de la malnutrición: impacto social y económico, arroja resultados muy interesantes, indicando que este fenómeno alcanza cifras de alrededor del 4.3% del Producto Interno Bruto (PIB) en Ecuador, y en México ronda el 2.3%, equivalentes entre ambas naciones a casi $33,000 millones anualmente.

En estos países, la desnutrición representa una carga económica de entre 1.5 y 3 veces la carga de sobrepeso y obesidad, todo esto debido a la pérdida de productividad. Sin embargo, la carga económica de la malnutrición por exceso es ya considerable y está en crecimiento. En Chile, país que erradicó la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad generan un costo equivalente al 0.2% del PIB, es decir, casi los 500 millones de dólares al año.

“La doble carga de malnutrición afecta de manera creciente a la población pobre y vulnerable, convirtiéndose así en un factor más de la desigualdad vigente en nuestra región”, afirmó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

“En el actual contexto de desaceleración económica, es más imperativo que nunca que los países hagan todos los esfuerzos por transitar hacia un nuevo paradigma en los modos de producción y de consumo, que es clave en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, añadió Bárcena.

Según la investigación, se espera que la sobrealimentación se convierta en la mayor carga social y económica de la región. Desde el año 2014 al 2078, el sobrepeso y la obesidad proyectan un costo anual estimado de $1,000 millones en Chile, $3,000 millones de dólares en Ecuador, y $13,000 millones de dólares en México.

El estudio recomienda medidas para mitigar esta carga. Los gobiernos deben promover la educación del consumidor a través de políticas claras e iniciativas para asegurar el rotulado confiable de los alimentos, programas de actividad física, y el apoyo a programas de educación nutricional en las comunidades.

El estudio invita a la industria alimentaria a trabajar con los gobiernos para asegurar la producción, disposición, y accesibilidad a productos alimenticios sanos, y para jugar un rol positivo y responsable en la educación al consumidor en alternativas de comidas saludables.

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