Objetivos de los entrenamientos de brigadas de emergencia
Por: Lic. Rafael Flores
Entre los principales objetivos, están el establecer y llevar a cabo medidas para evitar o disminuir el impacto dañino y destructivo de una emergencia, siniestro o desastre, con base en un análisis de los riesgos internos y externos a que está expuesta cualquier empresa. Lo primero a desarrollar es un análisis general de vulnerabilidad, donde se debe identificar todas aquellas zonas de riesgo, siendo estas que por su naturaleza, equipo, forma de almacenaje, características físicas, acumulación de materiales o cualquier otro factor proporcionan riesgo al personal, visitantes y bienes de la empresa.
Una vez identificadas las zonas de riesgo, se deben localizar las rutas de evacuación, los puntos de encuentro para el personal (esto en caso de desalojar las áreas afectadas) y el listado de números telefónicos, extensiones, y toda forma de localización de los diferentes centros de apoyo. Entre las principales y más recurrentes emergencias que se pueden presentar, tenemos a los incendios, explosiones, derrame de materiales peligrosos, terremotos o sismos, vientos tempestuosos, caída de granizo, etcétera. Las empresas deben contar con una organización interna que permita prever, y en su caso, atender cualquier contingencia derivada de emergencias.
Estas organizaciones deben ser grupos de personas organizadas y capacitadas para estas situaciones, puesto que en muchas ocasiones, estas personas serán las responsables de combatirlas de manera preventiva, y ante eventualidades de alto riesgo en una empresa o establecimiento, serás las personas que estén orientadas a salvaguardar a las personas, el entorno de las mismas y los bienes. Puede haber varios tipos de brigadas, dependiendo del tamaño y giro de negocio de las empresas, pero las más usuales son:
- Brigadas de evacuación
- Brigadas de primeros auxilios
- Brigadas de prevención, control y combate de incendios
Brigadas de derrames
Entre las funciones principales de las brigadas, en general, está el establecer un Plan de emergencia, el cual debe ser elaborado y formulado por escrito, tener la aprobación de la máxima autoridad de la empresa, ser difundido ampliamente entre el personal para su conocimiento general, ser enseñado y verificado su aprendizaje, y ser practicado regularmente a través de los llamados simulacros.
Los principales elementos que se deben tomar en cuenta para elaborar un buen plan de emergencia son:
- Datos generales de la empresa Planos de la empresa (estructurales, eléctricos, drenajes, etcétera.) Evaluación y análisis de riesgos
- Planos señalando las rutas de evacuación, salidas de emergencia y puntos de encuentro.
- Todas las brigadas existentes en la empresa.
- Tener un programa de capacitación a todo el personal.
- Programa de simulacros.
- Programa de mantenimiento preventivo a maquinaria y equipo Localización inmediata del equipo de primeros auxilios Sistemas de alarma.
Detectores de humo
Manual de primeros auxilios Otra parte fundamental en los planes son los simulacros, siendo estos una representación y ejecución de respuestas de protección. Se realiza por un conjunto de personas ante la presencia de una situación de emergencia ficticia.
Se simulan diferentes escenarios, lo más cercano a la realidad, con el fin de probar y preparar una respuesta eficaz ante posibles situaciones reales de emergencias. Como todo buen plan, se deben cumplir ciertas etapas al momento de correr un simulacro. Entre estas esta el tener integrados los equipos de trabajo, tenerlos motivados y sensibilizados, tener siempre a mano los diagnósticos de vulnerabilidad, planear todo basándose en los estudios realizados y brindar constantes capacitaciones al personal integrante de la brigada. Se debe responder a os propósitos establecidos en un plan de emergencia, se debe ejecutar por medio de técnicas conocidas, personal capacitados y equipado dentro de un plazo razonable.
Estos simulacros no deben poner en riesgo a la comunidad ni a los grupos de respuesta que intervienen en él. Debe representar la realidad, lo más cercano posible. Siempre es conveniente el dar a conocer a todo el personal el resultado de los simulacros, indicando cuales fueron las fortalezas y debilidades del ejercicio, para poder mejorar los procedimientos practicados.