Ley propone castigo para acosadores
En la Dirección Lesgislativa del Congreso se presentó ayer una iniciativa de ley, enfocada en modificar la ley contra la violencia sexual, explotación y trata de personas para castigar el acoso sexual, estableciendo la propuesta que dice que cualquier acción verbal como palabras, insinuaciones y comentarios o no verbal como gestos o persecución con fines eróticos o sexuales, en cualquier ámbito y sin consentimiento que provoque intimidación, humillación y hostilidad hacia otra persona, será sancionado con una multa equivalente a tres salarios mínimos (cerca de Q8 mil) y además, deberá asistir durante 6 meses a sesiones sobre sensibilización, prevención y erradicación del acoso sexual.
Si fuera el caso de que la víctima sea menor de edad, la sanción será de 1 a 2 años de prisión y considera además que si el acosador es funcionario o empleado público será suspendido inmediatamente de cualquier actividad relacionada con la crianza, cuidado y protección de menores de edad.La propuesta integra además la tipificación de dos circunstancias potencialmente punibles: el hacer circular contenido sexual en redes sociales u otras plataformas, penalizando la práctica, conocida como sexting, de 4 a 6 años de prisión, a quien sea hallado responsable de circular material audiovisual que comprometa el derecho a la intimidad de una persona, agravándose la pena en dos terceras partes, si el difusor de la imagen hubiese mantenido una relación afectiva o de convivencia con él o la agraviada.
La otra circunstancia, potencialmente punible, la constituye la práctica conocida como grooming, adoptada por adultos que con propósitos carnales se hacen pasar por menores de edad a efecto de ganarse la confianza de sus víctimas y abusar sexualmente de estas. De acuerdo con la iniciativa, quien realice cualquiera de las prácticas anteriormente descritas, con el fin de obtener imágenes, videos o cualquier captura audiovisual, será sancionado de 4 a 6 años de prisión. No obstante, es necesario establecer mecanismos de control social destinados a prevenir las faltas de respeto y los abusos de que es objeto nuestra niñez y población femenina, resulta imperativo destacar que con el simple endurecimiento de la normativa vigente en el país el problema no ha de resolverse.
La normativa de un país es un reflejo de su realidad: desafortunadamente, al igual que en muchos otro ámbitos, en el presente caso, persiste la práctica de aplicar castigos en lugar de inculcar en la niñez y adolescencia la educación y los valores que nos llevarán a ser un país donde impere el respeto entre todos sus ciudadanos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, niños y adultos y donde no sea necesario recurrir a la fuerza punitiva del Estado, frente a realidades que podrían prevenirse de cuidar mejor el aprendizaje de principios de respeto e igualdad, en nuestra niñez y juventud.