Columnas

Supervisión escolar moderna

Desde hace varios años se viene hablando de la necesidad de modernizar el sistema de supervisión en el sistema educativo. Hace más de una década se dialoga sobre el inminente cambio del obsoleto esquema por uno que contribuya de mejor forma a alcanzar las metas educativas, especialmente la calidad de la educación que se imparte en el país.

Ante esa perspectiva se ha puesto poca energía en el actual sistema de supervisión, dejando que en muchas regiones y distritos la carga que sostiene un supervisor sea muy fuerte, limitándole a funciones de tipo administrativo dado que tiene a su cargo más de cien establecimientos educativos. A algunos de éstos no logra llegar ni siquiera una vez al año, especialmente si se ubican en el área rural o en parajes lejanos de difícil acceso.

Por otra parte, los estudios y políticas relativas a cómo alcanzar la calidad en la educación sugieren que más que un supervisor se requiere a un acompañante pedagógico, que contribuya a dinamizar el liderazgo de los directores y asesore a los maestros para el fortalecimiento y perfeccionamiento de su labor en el aula. El acompañante escolar debe tener el tiempo y el conocimiento para poder ingresar en las clases y observar la práctica de los docentes. Es una función indispensable para alcanzar la meta de escuelas efectivas que tienen sus actividades centradas en el aprendizaje de los estudiantes.

Después de muchos años de espera, el 10 de mayo, cual regalo a las madres, se oficializó el Sistema Nacional de Acompañamiento Educativo, SINAE, por medio del Acuerdo Ministerial 1334- 2017. Este funcionará para los centros educativos de los subsistemas escolar y extraescolar en todas sus modalidades. El propósito del SINAE es mejorar la gestión educativa, la aplicación de metodologías innovadoras de aprendizaje y formación técnico-pedagógica para directores y docentes en servicio.

El sistema comprende a un coordinador distrital, a un asesor pedagógico y a un asesor en gestión, quienes deberán ser contratados por medio de procesos de oposición. Contratar a personal preparado y con la vocación de servicio que se requiere es uno de los talones de Aquiles del nuevo sistema. Además, deberán recibir una capacitación idónea para que puedan hacer efectiva su función. Será especialmente importante que conozcan de las prácticas más adecuadas para el aprendizaje efectivo de matemática y lectura, así como de elementos como generación del clima escolar adecuado, competencias del siglo 21 y cómo incorporar a padres de familia como parte de las comunidades escolares, elemento clave para que un centro educativo tenga éxito en la formación integral de los estudiantes.

Uno de los retos principales es contar con los recursos financieros que el sistema requiere, ya que por años el SINAE no se implementaba por carecer de recursos financieros para ello. Pero, es fundamental evitar la duplicación de costos, ello implicará eliminar paulatinamente el sistema antiguo de supervisión. Otro elemento a tomar en cuenta es definir cómo se hará el proceso de transición del sistema actual al nuevo, en qué horizonte de tiempo tendremos un sistema de acompañamiento que sea efectivo y que pueda liderar los cambios que las escuelas necesitan con gran urgencia.