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Tiene un defecto: puede pensar

En unas estrofas escritas por Bertolt Brecht entre 1937 y 1938, el dramaturgo alemán dice a un abstracto guerrerista: “General, el hombre es muy útil. / Puede volar y puede matar. / Pero tiene un defecto: / puede pensar”. En el Ejército de Guatemala se busca castigar ese “defecto”: si todo transcurre según lo programado, este miércoles 24 de mayo de 2017, el coronel de infantería DEM, Edgar Rolando Rubio Castañeda, será llevado ante una Junta de Honor. ¿La causa? En una orden del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN), de fecha 18 de mayo de 2017, se lee que este militar en activo deberá “comparecer en calidad de sujeto pasivo [léase, acusado] en Junta de Honor que se inició por la publicación del libro Desde el cuartel: otra visión de Guatemala”.

«En este vergonzoso juicio se b usca castigar el “defecto” humano de pensar».

Las Juntas de Honor, dice en el Artículo 57 de la Ley Constitutiva de la fuerza armada, “…Se convocarán para conocer las acciones u omisiones en que incurran los integrantes del Ejército de Guatemala, cuando éstas no constituyan delito y se considere que pueden lesionar el prestigio, el honor o la ética del Ejército de Guatemala o bien de uno de sus miembros”. El Artículo 1 del Reglamento de las Juntas de Honor del Ejército de Guatemala (Acuerdo Gubernativo 602- 98), explica que éstas “son tribunales de honor eminentemente militares, de conciencia, específicos, temporales e independientes, para juzgar faltas contra el honor, la moral, la ética y el decoro de los militares; y recomendar la sanción a imponerse”.

Dado el hermetismo de los procedimientos castrenses, no ha trascendido si la Junta de Honor en contra de Rubio Castañeda se inició a solicitud de parte (cualquier militar, en activo o en situación de retiro) o de oficio por el EMDN. De qué se sindica exactamente a Rubio Castañeda, tampoco se conoce.

El reglamento citado define 12 ámbitos de competencia, enlistadas desde la a. hasta la l. (Por cierto, esta última se refiere a “las tendencias, actos o actitudes homosexuales, afeminadas o lesbianas”). Le pueden acusar de cualquiera o de varias, pero eso es irrelevante en este vergonzoso juicio: se busca, se dijo ya, castigar el “defecto” humano de pensar. Publicado por F & G Editores, el libro de Rubio Castañeda hace una documentada crítica del modelo económico, social y político guatemalteco.

Inicia, audaz, la autocrítica de los militares sobre su papel en la historia nacional, desde Rafael Carrera y el icónico J. Rufino Barrios, hasta el general presidiario Otto Pérez Molina, sin excluir a las cúpulas militares “en contubernio con el poder económico y las transnacionales, para proteger sus intereses económicos” (Pág. 263). Enjuician al coronel Rubio Castañeda por pensar de forma distinta y por atreverse a denunciar la existencia “dentro y fuera de la institución (armada) estructuras paralelas con suficiente poder y control muy parecidas a las del tiempo de la guerra interna, que se aprovechan del Ejército para enriquecerse” (Pág. 272). La sociedad guatemalteca no debería ver impasible este atropello.