Columnas

¿Los ricos tributan menos del 2%?

Hace dos días, Oxfam el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) presentaron los informes “Tributación para un crecimiento inclusivo” y “Privilegios que niegan derechos”. En el mismo, de acuerdo a una nota periodística de Denis Aguilar de La Hora, se afirma que el 10% de la población rica en el país tributa menos del 2% de sus ingresos al fisco. Según Rosa Cañete, de Oxfam, esto se debe al diseño del sistema fiscal en Guatemala. Según ella, el sistema permite concentrar riqueza beneficiando especialmente a los empleadores. No me queda claro para nada puestos que en Guatemala los impuestos que tienen que pagar las empresas son mayores que los pagan otros países). Tampoco me queda nada claro su clasificación de quiénes son los más ricos.

Lo que sí me queda claro es que este es un país donde hay mucha pobreza, es un país subdesarrollado (o en vías en desarrollo para quienes son políticamente correctos) y hay muy poca industria y empresas que son las que sostienen al resto del país. Recomiendo que lean el estudio serio que publicó a principios de agosto del 2014 el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) en conjunto con La Fundación para el Desarrollo (Fundesa) titulado “Hacia el mejoramiento del sistema fiscal” en el cual se encuentran muchos datos estadísticos que demuestran la realidad tributaria del país. Tal como lo demuestra el estudio del Cacif y Fundesa, el problema de Guatemala es que pocos pagan impuestos y esos pocos son precisamente las empresas y los más ricos quienes sostienen al resto del país.

El 7 de agosto de 2014 publiqué un artículo en este medio titulado “Impuestos: ¿Quién los paga en Guatemala?” con la siguiente información del estudio mencionado: “De los 15.43 millones de habitantes según el INE que tiene Guatemala en este año, “el 63% (9.8 millones), constituye la población en edad de trabajar, de los que casi 6 millones constituyen la Población Económicamente Activa (PEA). Esto quiere decir que poco menos 25% de la PEA del país es contribuyente activo en materia impositiva. El 75% restante no está inscrito en la SAT, lo que hace suponer que perciben ingresos del comercio informal. Según la SAT, en el 2012, la base tributaria total era de 1.5 millones de habitantes (aproximadamente 10% de la población), de estos 824,000 contribuyentes solo hicieron una declaración por el impuesto de circulación de vehículos, el resto, 685,000 son los contribuyentes que pagan todos los demás impuestos.

Ahora bien, cuando vemos la recaudación, el 71.6% de lo recaudado lo pagan 1,089 contribuyentes, el 90.6% lo pagan 10,049 contribuyentes. Esto quiere decir que el 90.6% de los impuestos los paga directamente el 0.065% de toda la población de Guatemala.” Lo que podemos concluir de este estudio es que son precisamente los empleadores los que más pagan impuestos, los que sostienen al resto de la población. Y es que en un país con tanta pobreza urge que atraigamos más empresas que inviertan capital para que puedan generar valor y riqueza para todos.

No hay otra forma ni hay ninguna fórmula que funcione si no hay creación de riqueza. Mientras que Oxfam e Icefi se enfocan siempre de la desigualdad y piensan que el país debe tener impuestos más progresivos aún con una mayor política redistributiva, en el Centro de Estudios Económico y Sociales pensamos lo contrario, que la desigualdad no resuelve la pobreza pero sí el crecimiento económico con medidas que permitan que sea mayor al que tenemos para que los más pobres logren mejorar su nivel de vida más rápidamente. Si seguimos las recomendaciones de Oxfam e Icefi, el país se volverá más pobre. Podemos sacar muchas conclusiones de esto pero rechazo las que abogan por un nuevo paquetazo fiscal que incremente los impuestos y una mayor fiscalización pues siempre recae sobre los que ya pagan impuestos.

El problema no está en la fiscalización de los que ya pagan. El problema radica en que Guatemala es un país muy pobre donde hay poca industria y empresas que tiene que pagar al fisco por el resto de la población. Por ello considero que un menor gasto y carga fiscal, simplificación tributaria, eliminación del impuesto al rendimiento del capital, facilidad de pago, una neutralidad en el sistema impositivo que además sea general y universal permitirá que más gente y nuevas empresas se unan a estos motores que tiran de este pesado camión.