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Eco desviaba fondos para que Baldetti disfrutara de sus lujos

El colaborador eficaz del Ministerio Público (MP) dio detalles del mecanismo que utilizaba la exvicepresidenta Roxana Baldetti para poder darse ciertos “lujos”.

Eco comenzó narrando que se integró a la red de corrupción cuando le vendió radiocomunicadores a la exfuncionaria y reiteró que su primer contacto fue Juan Carlos Monzón.

“Monzón me llamó para que almorzáramos y hacerme una propuesta”, indicó González.  “Era un servicio profesional para Baldetti”, añadió.

Esa propuesta era ayudar al expresidente Otto Pérez Molina a solventar algunos problemas que tenía ante la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).

De acuerdo a González, los exfuncionarios estaban en campaña electoral cuando hizo el trato por los radios. El jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci), Juan Francisco Sandoval le preguntó si luego de que Pérez Molina y Baldetti ganaran la contienda le ofrecieron un cargo público a lo que respondió “no recuerdo”.

REVELACIONES

Detalló el método que utilizaba para blanquear activos y defraudar al Estado a través de una cuenta denominada “activos por liquidar”, la cual era utilizada para disfrazar los viajes personales, compras y gastos de tarjeta de crédito de la exvicemandataria.

Esta cuenta existente en cada empresa del consolidado de Grupo Estrella, contablemente no podía exceder de los Q30 mil, el trabajo de González era trasladar fondos hacia caja chica.

Luego reveló que Baldetti fue adquiriendo más entidades pero les pagaba a terceras personas para que se hicieran pasar por representantes legales, el encargado de conseguir al personal era Mario Contreras, quien recibió US$300 por esa gestión.  Mensualmente a los “representantes legales” se les pagaba Q1 mil.

“Con el tiempo la gente ya no quería prestar su nombre y se generaron problemas”, señaló Eco, “le sugerí a Roxana que fueran abogados los que tomaran el lugar de representantes pero ella no aceptó”, agregó.

Indicó que después de un tiempo de “mala gana” accedió a realizar los trámites para que profesionales del derecho prestaran su nombre, aunque estos le cobraran más. González no detalló cuánto les pagaron.

Después reveló que adquirió cinco sociedades a un bufete de abogados panameños llamado Álvarez & Álvarez, propiedad del presidente del Colegio de Abogados de Panamá, por estas entidades desembolsó US$10 mil (Q73 mil 487.90 aproximadamente)

Por último, el juez Gálvez decidió suspender la audiencia y la reprogramó para mañana a las 9:00 horas.

Foto: Willy Estrada/Corporación de Noticias, S.A