En medio de la oscuridad
Estoy seguro que muchas personas no imaginan ni por asomo lo que significa vivir rodeado de oscuridad, como nos sucede a las personas que somos ciegos totales; no es cuestión de cerrar los ojos por unos minutos ni de colocarse una venda en los ojos para simular las condiciones en las que nos toca vivir el día a día, la nuestra es una condición permanente que nos acompañará siempre aunque no lo deseemos.
No pretendo que estas líneas se conviertan en una queja ni un gemir lastimero, sólo quiero compartir con el mundo lo que representa ser una persona con discapacidad visual. A pesar de lo difícil y abrumadora que puede resultar la penumbra, ahora la encuentro soportable y aunque aún no lo entiendo, sé que todo tiene un propósito.
Hoy quiero compartir algunas frases que me han ayudado a vivir en medio de la oscuridad: “Esperanza es poder ver que hay luz a pesar de toda la oscuridad” (Desmond Ttu); “Durante nuestros momentos más oscuros debemos centrarnos en ver la luz” (Aristóteles Onassis); “Amaré la luz porque me muestra el camino, sin embargo voy a soportar la oscuridad porque me muestra las estrellas” (Og Mandino); “Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad” (Eleonor Roosevelt); “Dad luz y la oscuridad desaparecerá por sí misma” (Desiderius Erasmus); “Para que la luz brille tan intensamente, la oscuridad debe estar presente” (Francis Bacon); “Cada momento de luz y oscuridad es un milagro” (Walt Whitman); “Entre tinieblas, la imaginación trabaja más activamente que a propia luz” (Emanuel Kant); “Con la luz externa puedes acabar cegado, con la luz interior nunca dejarás de ver” (Anónimo); “Caminar con un amigo en la oscuridad es mejor que caminar solo en la luz” (Helen Keller); “¿Hay que salir de la oscuridad? No, sólo hay que dejar entrar la luz” (Swami Premananda); “Demasiada luz es como demasiada sombra, no deja ver” (Octavio Paz); “La felicidad sólo depende de nuestra luz interior” (Henry Lacordaire).
Es maravilloso y gratificante el reconocer que la luz no puede existir sin la oscuridad y viceversa, quienes no podemos apreciar la luz exterior debemos generar y compartir la luz que nace desde nuestro interior, nuestro brillo, nuestra propia luz.