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La falta de autoridad paterna

La falta de autoridad paterna en la sociedad guatemalteca, ha tomado realce en estos días en la reunión que sostuvieron los obispos del país con el papa Francisco en el Vaticano, en donde se recalcó el papel tan vital que juega el padre en una familia y más cuando este ha emigrado a otro país y los hijos solos los conoce por las remesas que envía o por los regalos que reciben.

Pero la falta del padre en una familia se convierte caótico, al no estar y se vuelve una familia disfuncional debido a la falta que hace en un hogar, donde la madre juega un doble papel de mamá y papá y lucha por salir a pesar de que los hijos van creciendo sin la figura paterna y aparte de extrañarlos al final se convierte en un extraño en la familia. El padre que hace su mayor esfuerzo al trabajar en otro país y deja a sus menores hijos y después adolescentes se convierten en verdaderos desconocidos y la mayoría sufre de la ausencia de él y tiene que acostumbrarse a vivir sin la figura paterna que juega un papel importante en la formación de la personalidad del joven.

Pasan los años y el padre no apareció y su mamá se convirtió en la cabeza única del desempeño dentro de la sociedad y la madre con un esfuerzo muy grande quiere impartir disciplina, aplicar ciertos consejos que le correspondería a los dos, se vuelve en una problemática que cuesta manejar debido a los temas que el padre podría ayudar a solventar. El padre que hace en otro país aparte de trabajar, suele suceder que aparece con otra familia y se complica más el asunto, porque ya sus hijos digamos olvidamos en su hogar del país de donde salió son olvidados y los hijos sufren de la ausencia de este y se convierten si no son orientados por la figura quizá de un tío, abuelo en verdaderas cargas para la sociedad.

Todos los años emigran, miles de personas a otros países, principalmente hombres que sin importar sus hogares se marchan a otros países para tratar de ganar el dinero y darle el pan a toda su familia, aunque algunos al llegar al país que los recibe se olvidan de las personas que dejaron en el lugar que los vio nacer.

Son pocos los hogares donde la figura del padre, prevalece y donde este se preocupa por su familia y logra arreglar su situación migratoria y viene a traer a sus hijos y esposa para llevarlos a su nuevo hogar en un país extranjero, lastimosamente los casos son contados y la ausencia del padre sigue siempre ausente. El año pasado en Guatemala se recibieron $6 mil millones.

Las remesas que envían los migrantes se redistribuyen mucho más que cualquier otro producto que se concentra en comerciantes, intermediarios en el país. Ojala existan padres conscientes que a pesar de que se vayan del país no olviden a su familia y sigan siendo un verdadero ejemplo para los suyos.