Los adolescentes en el mundo de las redes sociales
Las identidades de los adolescentes son la expresión más vívida del cambio del ser humano. El devenir está a flor de piel en esta etapa evolutiva y que para muchos se define como un “no ser”. Uno puede constatar las afirmaciones que se hacen sobre la adolescencia como una fase, en la cual ya no se es niño, pero tampoco se es un adulto. Más que asignarle una dimensión propia y en sí misma, se le observa como un período de transición, aún y cuando el continuum de la vida es un constante cambio.
La adolescencia, en sus múltiples manifestaciones, es una travesía en las formas y contenidos de definir la identidad. Antes las transformaciones en la familia y la escuela, así como los fenómenos de la radio y la televisión marcaron huellas en la configuración social de los adolescentes, ahora no se puede negar que son los teléfonos celulares, las computadoras y las redes sociales los que hacen una diferencia en la constitución de las identidades de los jóvenes.
Si bien es cierto, que aún la clase social, género, religión, tipo de educación y área geográfica influyen en las personalidades y grupos de adolescentes, hoy día las redes sociales marcan un territorio fundamental y aún desconocido para nosotros. En el año 2009 intentamos incorporar el Facebook y el Twitter como vía de comunicación e intercambio en el programa de Escuelas Abiertas. Las dificultades para adquirir un celular, pagar tarjetas y servicio de Internet eran mayores.
El proyecto de utilizar las redes sociales para dar un salto de las preocupaciones individuales a los problemas comunitarios requería un proceso vinculado a talleres de comunicación en los que se tenía oportunidad del aprendizaje de la fotografía y el video que permitieran la captación de la realidad que los circundaba y la interpretación de sus imágenes. Diferente al teatro, donde los adolescentes integraron sus aprendizajes de música, breakdance, pintura y artes escénicas, en materia de redes sociales no se tuvo el éxito deseado. En la actualidad se observa mayor acceso a las redes sociales por parte de los adolescentes.
En investigaciones en escuelas primarias uno observa que un buen porcentaje de estudiantes entre 10 y 12 años ya poseen un celular. Ellos expresan que tienen cuenta de Facebook y que les da miedo ser víctimas de bullying a través de este medio. Pero en realidad, en Guatemala solo tenemos la intuición que efectivamente las redes sociales son uno de los factores que influyen en la definición de las identidades de los adolescentes, pues no disponemos de estudios que nos describan a ciencia cierta hasta qué punto se usan y cuáles son sus expresiones, los procesos de intercambio, los rituales, los riesgos, la violencia y distorsiones en las comunicaciones a través de estos medios.
Hace cinco años conocimos las investigaciones de Roxana Morduchowicz en Argentina sobre “Los adolescentes y las redes sociales”, enfatizando en la construcción de la identidad juvenil en Internet. Ya para ese entonces ella develaba la disolución del espacio privado y público. Con tal de ser alguien popular, los jóvenes son capaces de mostrarse para hacerse visibles. Exhiben sus cuerpos, pensamientos y actividades que regularmente se consideraban parte de la esfera más privada.
Es relevante llevar a cabo un conjunto de investigaciones con adolescentes para conocer a profundidad las formas como se configuran sus identidades, cuestiones básicas para ellos mismos, padres de familia, docentes y la política.