Columnas

Violencia urbana

En la ciudad de Guatemala se vive una especie de psicosis donde ya se cuentan víctimas mortales debido a las reacciones violentas de muchos pilotos, por circunstancias donde se pone a prueba la resistencia humana frente al caos, la pérdida de tiempo, la contaminación, el cansancio, los accidentes, el gasto de combustible y el temor al despido laboral, debido al enorme congestionamiento vial a toda hora del día.

En promedio, diariamente se pierden cinco horas en el tráfico. Ni los pasos a desnivel en 17 puntos de la ciudad ni los 28 carriles reversibles en horas pico, son suficientes para paliar la crisis. Desde hace tiempo no se han construido obras viales de gran envergadura. Un solo puente sobre barrancos no se ha hecho quién sabe en cuántos años, desde que se construyeran el puente Belice, el de la Asunción y El Incienso. Tampoco rutas rápidas como el Anillo Periférico que se hizo hace 44 años.

«Lo que antes eran pulmones de la ciudad, hoy son lotificaciones sin áreas verdes ni espacios para bibliotecas o escuelas, con los mismos accesos donde se juntan a toda hora miles de vehículos».

El anillo metropolitano para bordear la ciudad es literalmente un sueño. Otro sueño es la antigua línea férrea del Pacífico al Atlántico convertida en un tren de carga y de pasajeros. Así, la ciudad se ha convertido en un embudo donde concurren a diario casi tres millones de vehículos, saturando todos los espacios, al extremo que en ciertos horarios es imposible circular. Mientras tanto, continúa de forma acelerada el crecimiento urbano, sin planificación ni previsiones futuras.

Lo que antes eran pulmones de la ciudad, hoy son lotificaciones sin áreas verdes ni espacios para bibliotecas o escuelas, con los mismos accesos donde se juntan a toda hora miles de vehículos. Crecimiento sin previsión ni planificación, respecto del transporte urbano colectivo, inexistente o improvisado, ni respecto de áreas industriales, manejo de desechos, recreación, servicios públicos o bosques.

A pesar de la crisisno se ha desarrollado capacidad entomar las previsiones necesarias para el mediano futuro del departamento de Guatemala. Más allá de la pasividad de las autoridades municipales, la problemática del congestionamiento urbano debería implicar otras soluciones. En Chile el Congreso de la República se trasladó a Valparaíso, a 115 kilómetros de Santiago.

La descentralización es una opción a considerar por algunas instituciones o industrias. De la misma forma, las universidades podrían ahorrar el viaje diario a los estudiantes si adoptaran un sistema semipresencial de estudios, a través de Internet y de tutores. ¿Por qué no reducir las aglomeraciones todos los días a la misma hora para poder ingresar a las universidades? ¿Por qué todo el mundo debe entrar a las 8 o a las 9 a los trabajos? ¿Por qué no a las 10 o a las 11, o en horarios alternos? La posibilidad de modificar horarios laborales y escolares; la adopción de transporte propio para los empleados por parte de algunas instituciones o las tutorías y estudios a distancia vía Internet, son opciones a considerar. Aumentar la cantidad y calidad del transporte colectivo, solo es una de ellas.