Promover la eficiencia y calidad de los servicios
Por: Fernando A. Marín
El pasado martes los conductores de taxis blancos que prestan sus servicios en el municipio de Guatemala dispusieron paralizar algunas de las vías principales de la ciudad con el objeto de hacer dos reclamaciones específicas, una relacionada con el monto de las multas administrativas impuestas por la Municipalidad a los taxistas y la solicitud de cesar las operaciones de Uber -bajo la justificación que está afectando sus ingresos-.
Cuando una nueva empresa entra a un mercado, el cual es limitado, es natural que una cuota de este sea acaparada por este nuevo agente. La batalla entre los contendientes por acrecer su cuota de mercado pasa por fortalecer sus armas en la eficiencia y calidad de los productos o servicios que ofrezcan. El mercando premia a aquel agente que ofrezca una combinación entre mejor precio y mejor calidad.
Lo que incentiva a las empresas a innovar y desarrollar de manera sostenida. Uber es una nueva empresa que opera en Guatemala desde hace seis meses, utilizando la denominada economía colaborativa, un modelo de negocio C2C. En todos los mercados a los que ha ingresado ha tenido que medir fuerza con los taxistas organizados, quienes se sienten afectados por la operación de esta.
El servicio que presta: servicio de transporte, no es algo novedoso, lo que le hace diferente es la experiencia del uso de las nuevas tecnologías y que la asimetría informativa se reduce (especialmente en cuanto al conocimiento de las características del vehículo, referencias del conductor y las tarifas). Ofrece un servicio competitivo, una alternativa a los servicios de transporte tradicionales. Cabe advertir que la regulación que han tenido los taxis responde a que se ha considerado que existen fallas en el mercado que deben ser resueltas por medio del brazo del poder público.
«Cabe advertir que la regulación que han tenido los taxis responde a que se ha considerado que existen fallas en el mercado que deben ser resueltas por medio del brazo del poder público».
Sin embargo, el ente regulador debe ser un árbitro imparcial, que no sea acaparado por los prestadores de servicios para no establecer regulaciones que favorecen a intereses particulares. La existencia de un regulador tiene por objeto crear equilibrio en el mercado, no lo contrario. Por otro lado, es un derecho constitucionalmente reconocido la libertad de industria y comercio, que se traduce en la libertad de empresa. Este derecho únicamente se puede limitar por motivos sociales o de interés nacional que esté impuesto en las leyes.
Con la protesta de los taxistas se abre un debate, ¿deben los conductores de Uber cumplir con los mismos requisitos que los taxistas para el transporte de pasajeros?, ¿deben ser considerados taxistas? Cabe aclarar que no es únicamente en Guatemala en donde se está llevando este debate, la Unión Europea está a la espera de que se dicte un fallo en donde el Tribunal de Justicia Europeo debe resolver sobre si se deben homologar estos servicios.
Tomando en cuenta que la mayoría de los servicios de transporte de personas en Guatemala, regulados y tradicionales -taxis y buses-, tienen muchas deficiencias y que no cubren la demanda en cantidad y calidad, no digamos en materia de seguridad, sería lamentable crear limitaciones innecesarias a un servicio que ha demostrado ser una alternativa para los guatemaltecos.