Al menos 790 mil menores trabajan en Guatemala
Por: Rodrigo Arias
La última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), revela que la cifra de niños y adolescentes en situación de trabajo muestra una notable reducción, pues en 2011 se contabilizaron 850 mil menores trabajadores y en 2016, fueron 790 mil, es decir, 60 mil menos, transcurridos cinco años del anterior sondeo practicado.
Sin embargo, de acuerdo con expertos del derecho que han trabajado en el ámbito de protección de la niñez y adolescencia, no hay que dejar pasar la situación de muchas niñas que realizan trabajo doméstico en sus casas, ya que esta actividad es invisibilizada.
En la experiencia de la profesional María Gabriel Gaitán, es posible retirar del trabajo o reducir horas a través de la escolarización de los niños y la concientización de las comunidades. A su criterio, hace falta restituir derechos a la niñez y adolescencia y es necesario enfocarse en ser un Estado garante de educación, salud y recreación, como mínimo.
LAS CIFRAS
La Encovi se realizó en 2016 con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la cual arrojó como resultado que Alta Verapaz, Baja Verapaz, Chiquimula, Chimaltenango, Zacapa, Petén y Jalapa son los departamentos con mayores índices de menores en condiciones de trabajo infantil.
Aproximadamente el 50% de la población en condiciones de trabajo infantil, se dedica a la agricultura o actividades relacionadas, fenómeno que afecta principalmente a la niñez del área rural, del sur y noroccidente del país.
Entre otras ocupaciones que emplean a menores de edad está la elaboración de fuegos artificiales, recolección de café basureros, recicladoras y para picar piedra. Esta situación los limita, tanto en su educación y consecuentemente, en su desarrollo óptimo a futuro.
ACCIONES
Guatemala cuenta con un marco institucional, el cual es la Comisión Nacional Para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conapeti), que orienta a través de sus instituciones y entidades el abordaje para la prevención y erradicación del trabajo infantil y sus peores formas a nivel sectorial y también te rritorial por medio de sus comités departamentales.
La Conapeti trabaja bajo la dirección del Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab) realizando un esfuerzo conjunto con el apoyo de la OIT. La hoja de ruta enmarca los compromisos internacionales y vincula a la estrategia nacional de desarrollo y de política pública para que a través de la su intervención en seis dimensiones, se convierta en la herramienta orientadora y logre progresivamente alcanzar la meta de erradicar el trabajo infantil.
Actualmente, se socializa la planificación de 2017, la cual resulta de un proceso de consulta realizado durante 2016 en los 16 departamentos donde se cuenta con infraestructura de Conapeti. Dicho plan contiene acciones enmarcadas en el cumplimiento y ejecución de la hoja de ruta con programación 2016-2020.
Durante marzo de este año, trabajaron con nueve departamentos: Huehuetenango, Totonicapán, Quiché, Escuintla, Retalhuleu, Sololá, Chiquimula, El Progreso y Jutiapa. De esta manera, dan seguimiento a las acciones establecidas desde la programación que busca la prevención y erradicación del trabajo infantil en Guatemala.
GUATEMALA CON MÁS MENORES
Un informe publicado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), da cuenta que en la actualidad, cerca de siete millones de niños, niñas y adolescentes habitan en Guatemala, lo que lo convierte en el país con mayor cantidad de población en este rango y representa el 37% de la pobla ción total centroamericana de menores de edad.
El mismo informe analiza y compara cifras del período 2007-2013 y destaca que a pesar que Guatemala cuenta con la mayor cantidad de población de menores de edad en la región, también es donde la Inversión Pública en Niñez y Adolescencia (IPNA) alcanza su cifra más baja, siendo esta en promedio un 4.3% del Producto Interno Bruto (PIB). Cabe señalar que la tendencia de la IPNA, a lo largo del período analizado en el informe no mostró incrementos sostenidos ni sustanciosos.
El mayor nivel de inversión alcanzado se sitúa en 2010 con cerca del 5% del PIB y durante los años subsiguientes el índice sufrió una tendencia al descenso y estancamiento reportando en 2013 un pérdida de 0.7 puntos del PIB en comparación al 2010, lo que supone la necesaria revisión de los montos invertidos en la niñez y adolescencia para prevenir el fenómeno del trabajo infantil.