Columnas

Un retroceso de la humanidad

Se trata de una ley inhumana, aprobada en España el pasado 24. Me decía un amigo que allí hay  como en todas partes gente muy buena… y también otros que él calificaba de mulas. Ahora, concluía, han ganado estos otros.Es que, casi sin pena ni gloria mediática, comenta arvo.net, el 24 de febrero el Senado dio luz verde a la reforma que permite abortar libremente en las catorce primeras semanas de embarazo y, en algunos supuestos, sin ningún límite temporal.

Así este 24-F queda como una referencia histórica: marca el momento en que en España matar es un derecho. Ciertamente no a cualquier persona ni en cualquier momento: quien tiene derecho a matar es, específicamente, la madre a su propio hijo mientras esté en su seno. Este 24-F puede ser calificado como un “golpe a la civilización”.

Ciertamente, aunque hasta ahora el aborto se practicara con abundancia, el marco legal con toda su fuerza pedagógica y coercitiva contemplaba el aborto como un delito. Ya no lo es; todo lo contrario: es un derecho. Concluía: “es éste el momento en el que en nuestro país se abre una pronunciada pendiente hacia el abismo.

Si alguien no lo tenía todavía claro, queda definitivamente asentado que la ley no atiende a razones de justicia: es, simplemente, la ley del más fuerte”. Pueden verse detalles de esta ley en aciprensa.com. El tema nos importa y mucho. Entre otras cosas, porque de esos países vienen personas con buenos deseos de ayudar pero quizá infiltrados con esas ideas de aquellos otros que se citan al comienzo; y podrían hacernos mucho daño, aunque nos inundaran de euros.

Transcribo el testimonio positivo de un socialista español que considera lo que acaban de hacer. Es Joaquín Montero, profesor de Informática y padre de tres niños y otro que viene en camino; y, hasta ayer, concejal de su ciudad. Comenta: “Estaba viendo la ecografía de mi cuarto hijo con 12 semanas cuando me confirmaron que mi partido había dado luz verde a esta normativa que legitima la muerte de inocentes.” Inmediatamente, con fecha del día 24 envió una carta al partido presentando su baja desde ese mismo día pues “jamás permitiré que mi nombre aparezca junto al de una organización que legitima la muerte de inocentes mediante la aprobación de leyes injustas”.

Explicó que su oposición al aborto se enmarca en el planteamiento más amplio de ir contra todo lo que sea cultura de muerte, como son los hambrientos, los niños esclavos, la eutanasia o las personas que mueren por enfermedades superadas por la ciencia. A la pregunta de si es católico, dijo que nunca ha tenido que echar mano de la religión para defender la vida desde un humanismo universal, pero “sí, soy cristiano, creyente y católico. Y por simple humanismo las personas tienen que defender la vida, que es el primero de los derechos”.

Estamos ante algo dramático… y que nos lo pueden exportar. Nosotros tenemos sin duda problemas, pero podemos solucionarlos; y ciertamente no somos un país que se muere. Allí si tienen tremendos problemas: basta leer entre muchas otras- las consideraciones del jurista de talla internacional, doctor Alejandro Llano, quien advierte que después de la aprobación del “matrimonio” homosexual y más ahora con esta ley abortiva su Constitución está herida de muerte, porque son figuras incompatibles con el espíritu y la letra de esa ley fundamental: el mismo sistema político se ha vuelto contra sí mismo.