Periodistas de Siglo.21 y al día sufren amenazas
La jornada informativa transcurrió con normalidad el pasado jueves 8 de junio, sin embargo por alguna razón la producción se atrasó y algunos de los periodistas del turno nocturno, junto a personal de diagramación y corrección, salimos del edificio de Corporación de Noticias, S.A. a eso de las 00:15 h del viernes 9 de junio.
Hasta ese momento, la rutina de regresar cada quien a su casa inició como todos los días, seis personas abordamos un picop de la Corporación y el piloto se dispuso a ir a dejar al primero en la lista, un corrector que vive la zona 2 de la ciudad capital. Por lo que el chofer se dirigió hacia la Calle Martí, sin embargo en una gasolinera que está ubicada en la 12 avenida, un picop marca Toyota de la línea Hilux, color blanco o beige, con una defensa prominente, dio la impresión que nos estaba esperando, bocinó fuertemente y fue ahí cuando empezó una persecución claramente directa.
Después de haberlo escuchado bocinar, el conductor del Hilux se aproximó peligrosamente al picop en donde viajábamos. Al principio pensamos que se trataba de alguien molesto por algún conflicto de tránsito, pero nuestro piloto y los demás que íbamos a bordo, estábamos conscientes que en ningún momento incomodamos a alguien.
Por lo que no le tomamos importancia, sin embargo una vez más se acercó amenazante, en esta ocasión apagó las luces. En un momento, uno de los compañeros aconsejó a nuestro piloto detenerse para enfrentar la situación, pero al final optamos con seguir adelante y el conductor del Hilux nos siguió hasta que la persona que manejaba el vehículo de la Corporación, logró perderlo.
La persecución inició en la gasolinera donde el piloto del Hilux, al parecer nos estaba esperando y terminó en la entrada del bulevar Tulam Tzu, pasando por el puente El Incienso y una buena parte del Anillo Periférico.
CARACTERÍSTICAS
Por situación de espacio, dos compañeros viajaban en la palangana del vehículo de la Corporación, ellos fueron los que vieron mejor al conductor, de quien su cometido era perseguirnos con las intenciones que solo él conoce.
Fueron ellos quienes me describieron sus características físicas: se trata de un hombre robusto, moreno, con cabello oscuro, su nariz es un poco ancha y en su rostro tiene varios lunares o prominencias. Los compañeros lograron observarlo tan bien, pues con toda libertad y sin intención de esconderse llevaba la ventana abajo.
Su forma de actuar no era la de una persona molesta porque alguien se le atravesó de forma imprudente o alguna otra situación, no dijo grosería alguna contra nosotros, ni nada parecido, su mirada iba fija hacia delante y su objetivo era perseguirnos. A pesar que los compañeros que viajaban en la palangana le preguntaron por qué lo hacía, él no respondió y ni siquiera volteó a verlos.
LA DENUNCIA
Al principio minimizamos el hecho y no quisimos denunciarlo, aunque algunos lo pensamos, sin embargo decidimos hacerlo cuando uno de los guardias del edificio donde funcionan los matutinos nos dijo que unos días antes vio rondando un vehículo con las mismas características y apuntó el número de placas, las cuales nadie pudo ver al carro que emprendió la persecución contra nosotros, por poca visibilidad y por la condición de nervios que sufrimos.
Al final, dos personas que sufrimos la experiencia nos apersonamos al Ministerio Público (MP) el viernes pasado y presentamos la denuncia que consta con el número MP001-2017-57260.
Solicitamos a las autoridades correspondientes no engavetar esta denuncia por tratarse “solo de amenazas”, requerimos se investigue el hecho y den con el responsable de la persecución que sufrimos.