Editoriales

Es tiempo de construir, no de destruir

Ayer, la Corte Suprema de Justicia, ordenó el cierre de las operaciones de la Minera San Rafael, ubicada en San Rafael Las Flores, Santa Rosa.  Esto en el marco de un amparo provisional interpuesto por el Centro de Acción Legal y Social de Guatemala (CALAS), esta organización como ya es su costumbre se opone a todo lo que no les provee fondos para seguir engañando a los incautos que los siguen que, dicho sea de paso, cada día son menos; abrogándose representación popular que no posee al igual que todas las mal llamadas organizaciones de la sociedad civil. Si estas pseudo organizaciones realmente fueran la sociedad civil, no cree usted amigo lector, que tendrían la capacidad de atraer con un llamado, totalmente abarrotada de su gente, la plaza de la constitución.

En este bello y por demás golpeado país llamado Guatemala, necesitamos generar un estado de derecho, en donde prive la certeza jurídica para las inversiones tanto nacionales como extranjeras, y lograr que cada entidad que conforma el Estado, se dedique a realizar el trabajo para lo que fueron creadas, pues la Corte de Constitucionalidad debe velar por la preservación de la Constitución de la República y evitar su mala interpretación, dejando de emitir fallos para los que no fue creada, y por su parte la Corte Suprema de Justicia debe garantizar el estado de derecho.

No es haciendo eco a llamados de pseudo organizaciones que únicamente buscan su propio beneficio, que dicho sea de paso es muy bien remunerado ¿cómo lograremos la tan ansiada estabilidad económica?. Pues si CALAS está en la razón, que genere los puestos de trabajo que está destruyendo, generando, para hablar en sus términos, un cada vez más grande Ejercito Industrial de Reserva, o sea más desempleados.  ¿Quién señores de la Corte Suprema de Justicia y Corte de Constitucionalidad? Responderá a los hijos de los hoy desempleados, cuando pregunten qué tienen para comer en el día a día?

¿Será que CALAS y sus achichincles, generaran estos empleos?, ¿Será que la mal llamada sociedad civil tendrá la capacidad de generar los empleos?, ¿Será que los países que financian a estos grupúsculos de la sociedad civil?, vendrán a hacer las inversiones necesarias para restablecer y generar nuevos empleos.

Señores de la mal llamada sociedad civil, no es destruyendo lo que no construyen, como lograran el desarrollo pleno de un país, es contribuyendo a la generación de empleo, con mucho emprendimiento y con hartas ganas de construir un futuro mejor, es como se logrará una nación más equitativa, justa y solidaria.

Es tiempo señores políticos que conforman ambas Cortes, de poner sus barbas en remojo para definir si lo que están haciendo, realmente beneficia el bien común, o están contribuyendo a la generación de más caos, favoreciendo a quién sale beneficiado de sus acciones.

En Siglo.21, estamos seguros que la construcción de un mundo mejor es posible si todos y cada uno de los habitantes de este hermoso país, nos unimos en la búsqueda de una Nación Justa, Libre y Solidaria.