Editoriales

El suplicio de vivir en Guatemala y la comparsa del Ministerio Público

En Guatemala nos hemos acostumbrado a vivir un día a la vez, dada la alta peligrosidad que significa andar por sus calles e incluso existen sectores en los cuales el estar en casa es peligroso.  Por si esto fuera poco, la delincuencia organizada parece ser una plaga que tiene la habilidad de crecer exponencialmente y es producto de las desigualdades que dan origen a la existencia de un gran número de niños y jóvenes que se convierten en caldo de cultivo para integrar sus filas, ante la falta de oportunidades, siendo que más de la mitad de los 16 millones de habitantes del país, están conformados entre las edades de 1 a 25 años.

Sumado a esto el papel de las entidades encargadas de investigar e impartir justicia, ha rebasado su actuación al dedicarse a la persecución de políticos y empresarios, generando un clima de incertidumbre jurídica para la inversión, tanto nacional como extranjera, olvidándose que las fuentes de trabajo, ÚNICAMENTE, pueden darse por medio de la inversión. Y si a esto agregamos que el mismo Estado se encuentra paralizado por temor a la persecución, entonces pareciera que estamos en un túnel que no corre paralelo sino que va cada vez más hacia el fondo, sin la posibilidad de avizorar una luz que permita a la ciudadanía una esperanza de desarrollo o por lo menos de vida.

Además, hoy día la CICIG y el Ministerio Público se han dado a la tarea de perseguir a la prensa independiente que no les hace la comparsa a sus intereses de persecución selectiva tal el caso de su disposición total para el cierre y destrucción de los medios de comunicación Siglo 21 y Al Día, a los que han acusado y perseguido basados en las declaraciones de dos delincuentes confesos que participaron en el saqueo de los fondos del pueblo de Guatemala. Sin tener la imaginación siquiera de pensar que nuestros medios tienen 27 y 20 años respectivamente de existencia y que nos vimos, si es cierto atacados y trataron de posesionarse de nosotros, PERO NO LO PERMITIMOS.

Siglo 21 y Al Día, son dos medios de comunicación que buscan la verdad y mantienen un periodismo que presenta y cuenta los hechos, sin ningún sesgo y su objetivo se ha mantenido a lo largo de los años de existencia bajo un lema que reza POR UNA NACIÓN LIBRE, JUSTA, Y SOLIDARIA.

El daño que el Ministerio Público le ha hecho a nuestros medios ha rebasado los límites, al pretender callarnos y acusarnos sin tener las pruebas suficientes y que cuenten la verdad, pues nuestros medios han existido a lo largo de los años en un régimen de pérdidas económicas por lo que no es ningún negocio y no escapa a la realidad de nuestros colaboradores, que hoy día sufren incertidumbre sobre su trabajo y lamentablemente los anunciantes, que son los que dan vida a los matutinos, se alejan para no verse acusados de apoyar supuestamente a la señora Baldetti.

En repetidas oportunidades hemos demostrado que la referida señora no tiene ningún vínculo con nuestros medios de comunicación y hemos sido nosotros los que denunciamos e hicimos ver las atrocidades que ella realizó por su paso por el gobierno de la República. Sin embargo, el MP continúa en su afán por destruirnos por el simple hecho de no prestarnos a sus intenciones de persecución selectiva pues no persiguen parejo a la delincuencia, sino que solamente a los que les interesa, dejando de investigar o congelando otros hechos delictivos como lo son el caso IGGS-PISA, TRANSURBANO y otros por razones que solo ellos conocen.