Alineación estratégica
En las organizaciones en crecimiento suelen reproducirse los rincones infecundos de mediocre rendimiento y de mínima contribución al fortalecimiento de la estrategia competitiva. También proliferan los procesos y recursos que se quedaron en la inercia de las estrategias anteriores. La mayoría de los cambios estratégicos tarda en generar altos rendimientos debido a la lentitud con que todos los elementos involucrados se reacomodan a las nuevas prioridades.
La alineación es la capacidad de reacción con que se responde a los nuevos cambios y movimientos estratégicos en relación con el mercado y el manejo del poder en la cúspide de la estructura de mando. El alistamiento ágil de los procesos y recursos vinculados con los cambios estratégicos depende de los líderes de la empresa; de que exijan un alto nivel de desempeño en los factores pertinentes de la operación.
Son tres los componentes fundamentales de la alineación: organización, recursos y sistemas de información y control.
«Las jugadas discontinuas han de ser incluyentes en toda la empresa; la rapidez es vital para el cambio».
Alineación de la organización. Lo primero es nuestra gente; sus actividades, su comportamiento e interacción han de convertirse en protagonistas del cambio lo más rápidamente posible. La resistencia al cambio es una muestra palpable de la falta de previsión y de liderazgo; es una manifestación de la ingenuidad de los dirigentes.
Un grupo de personas puede alinearse o ser alineado, todo depende de cómo hayamos trabajado con su querencia. Si los líderes naturales del grupo comparten nuestra visión y aportan su voluntad de transformación en su propia cancha, la fuerza del equipo remará a nuestro favor. Necesitamos reestructurar la manera como interactúan y se coordinan a fin de asegurar su alineación. Los flujos de procesos y de información también cuentan, así como las políticas y prácticas de personal.
Alineación de los recursos. Los elementos materiales con que cuenta la gente para hacer su labor habrán de examinarse del mismo modo. Pueden haber cambiado los criterios de calidad, o la tecnología operativa, o los procesos. Además, con el cambio podrán requerirse nuevas inversiones o efectuarse gastos que antes no se daban.
Son muchos los recursos que pueden modificar el criterio de su uso en un salto discontinuo. Por eso nos puede servir concentrarnos primero en los procesos críticos, que son aquellos cuyo peso específico gravita con mayor impacto en los resultados económicos del negocio; como también en los recursos básicos, aquellos que generan más valor dentro de la economía total.
La inercia en el manejo de los recursos es inmensa en cualquier organización; por ello es vital aceptar los cuestionamientos más radicales. Cada peso de gasto, cada instalación, cada equipo, habrá de ser justificado. Igualmente, hemos de escuchar las propuestas de las nuevas inversiones y gastos.
Alineación de la información. Los sistemas de información y control suelen ser los más resistentes al cambio. Tal vez por su complejidad, y el esfuerzo que representa rediseñarlos, los sistemas tienden a quedarse más tiempo del conveniente y convertirse en un ancla del pasado.
Los empresarios y directivos tenemos que guiar el proceso de rediseño de estos sistemas. La información tendrá otros enfoques, prioridades, parámetros. Las preguntas van al corazón de cada proyecto de cambio: ¿cómo vamos a medir el desempeño del nuevo esquema?, ¿cómo le vamos a dar seguimiento?, ¿qué conductas reforzar?
El control de gastos e inversiones será tan trascendente como la medición del valor que arroja la nueva estrategia. No podemos dejar esto sólo al arbitrio de los que procesan la información. Los contadores y la gente de sistemas pueden perderse fácilmente; necesitan ayuda para alinear su trabajo.
La alineación es rapidez de cambio, velocidad de aprendizaje. Se requieren equipos de trabajo alertas, innovadores. Las estrategias no pueden quedarse a medias. Necesitamos una organización que vea la alineación en continuo proceso. No sólo se trata de estar alineado; la clave radica en estar siempre alineándose.