28 años después de su muerte, la surrealista exhumación de Dalí
Veintiocho años después de su muerte, Salvador Dalí será exhumado este jueves para determinar si es el padre biológico de una mujer que asegura ser la única hija del genio español del surrealismo.
La exhumación fue ordenada a fines de junio por un juez, en respuesta a la demanda de paternidad presentada por Pilar Abel Martínez, una mujer de 61 años que en caso de probar su filiación podrá reclamar al menos una cuarta parte de la herencia del pintor.
Los peritos retirarán la losa de 1.5 toneladas que cubre la tumba en el Teatro-Museo Dalí en Figueras, la localidad catalana donde nacieron tanto él como la demandante.
Las muestras del cuerpo embalsamado se tomarán en la misma tumba y se enviarán al Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid, en el que Pilar Abel facilitó una muestra de su saliva para que pudiera cotejarse su ADN con el del artista.
La respuesta se conocerá dentro de varias semanas, y las pruebas, a partir de restos óseos o piezas dentales, se presentarán en un juicio previsto para el próximo 18 de septiembre, detalló Enrique Blánquez, abogado de la demandante.
Las tareas de la exhumación podrían concluir de madrugada, y se harán a puerta cerrada y con la mayor discreción. Tanto es así, que la gigantesca cúpula del museo será recubierta con materiales opacos para evitar que algún dron tome fotografías aéreas, indicó la Fundación Dalí.
Los detalles serán presentados mañana, por la Fundación en una conferencia de prensa.
En un encuentro con la prensa en Madrid, este miércoles, Pilar Abel dijo sentir “mucho alivio” ante la inminencia de la exhumación y aseguró que incluso si pierde la demanda seguirá defendiendo su hipótesis. “Digamos que esto no acaba aquí”, aseveró.
Mientras tanto, la exhumación ha causado cierta perplejidad entre los vecinos.
“Él amaba mucho a su mujer, Gala», expareja del poeta francés Paul Eluard, “pero la amaba sin sexo y era un ‘voyeur’. Por eso la gente de aquí consideramos que es muy difícil que pueda tener un hijo. Esta mujer, yo creo que se ha inventado esta historia para conseguir dinero”, dijo a la AFP Lidia, quien asegura haber conocido a Dalí.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, dijo que tiene “el corazón partido” y le “da lástima” la exhumación, aunque reconoció que si existe una orden judicial, “hay que cumplir con la ley”.
El pintor catalán falleció en Figueras el 23 de enero de 1989 a los 84 años, tras compartir buena parte de su vida con Gala, musa que aparece en muchos de sus cuadros y con la que no tuvo hijos.
UN RELATO INCOMPLETO
La demanda de paternidad fue presentada hace dos años. En caso de demostrarse la filiación, la pitonisa Abel podría abrir otro pleito para reclamar parte de la herencia, que en 1989 se estimó en US$136 millones, monto que con la inflación probablemente aumentaría mucho más.
La herencia está enteramente en manos del Estado español, y está gestionada por la Fundación Dalí. En su momento incluía propiedades inmobiliarias en Cataluña y centenares de cuadros, entre ellos 250 firmados por el autor conocido por sus personalísimas obsesiones: los relojes blandos, los cajones, las hormigas…
No obstante, la demandante dijo que, de momento, lo que más le importa es “saber la verdad” sobre su identidad.
Según su relato, su madre conoció a Dalí trabajando como sirvienta en casa de unos amigos del pintor en el pueblo catalán de Cadaqués, donde Este pasaba largas temporadas en su casa de Port-Lligat.
Una vez embarazada, se casó con otro hombre y meses después nació ella, a quien, con apenas ocho años, su abuela reveló su supuesta identidad.
Su madre le confirmó en 2007 esta historia y, según sostiene Pilar Abel, cuenta con otros testigos conocedores de la presunta relación “encubierta” que mantuvo Dalí con su progenitora, ahora de 87 años y enferma de Alzheimer.