La economía global: privatización económica y competitividad internacional
Se impone la privatización y la liberalización interna de los mercados para llegar a ser competitivos a nivel internacional, pero hay que señalar que lo que ha pasado es que la competitividad aumenta a costa de la reducción de la protección social del Estado. Se impone la ideología del mercado, y se sustituye por la del Estado, en lo que se refiere a la importancia y a la corrección de las disfunciones del mercado, con políticas sociales ante la creciente desigualdad social en casi todos los países del mundo.
Las protagonistas son las empresas multinacionales y los que tienen la hegemonía son los movimientos de capitales y los mercados financieros. Se ha impuesto lo privado sobre lo público, lo internacional sobre lo nacional y las empresas sobre el Estado. Existe casi plena libertad de capitales para moverse por donde quieran, por ejemplo los capitales golondrinas, entran y sale de los países cuando quieran y cobran intereses altos, pues los gobiernos tienen grandes déficits de dinero. Hasta ahora nadie o casi nadie han logrado, pues si lo hacen, son castigados por esos mismos capitales. (p.90)
Los Estados se han visto superados por los flujos globales de capital, de producción, de comunicación de información, de tecnología y han reaccionado para restablecer su legitimidad y eficiencia, buscan renovar su legitimidad ante las presiones de la sociedad local o regional con procesos de descentralización administrativa. Prestan atención a las organizaciones de la sociedad civil. Tratan de aumentar su poder de gestión sobre los flujos globales que se han organizado en instituciones supranacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y las Naciones Unidas.
Para Castells (2007, p. 24) se ha formado un nuevo sistema de gestión política en el que los Estados-Nación se han convertido en partes esenciales de una red institucional en la que comparten la soberanía y decisión con otros tipos de organizaciones locales y globales, que se ha denominado el Estado Red, que es una red que está en parte apoyada por un sistema de información y comunicación electrónica. Los mercados de mercancías operan de la misma manera, sin ningún marco regulador que ordene a este fenómeno.
Para José María Vidal Villa (2001), existe un Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI) sin aprobar presentado ante la OCDE, es un documento legal que propone una legislación mundial que opere en el terreno legal y jurídico y que regule las relaciones mercantiles y las de propiedad para darles seguridad y garantía a las empresas multinacionales como inversores y normar derechos y deberes a los Estados Nacionales para no desaparecer y poder subsistir legalmente. (p. 90 y 91). “Es realmente un tipo de documento que impone unas reglas del juego nuevas, de ámbito mundial y que se las impone ni más ni menos que a los Estados Nacionales” (p. 91), lo que los hace perder parte de su soberanía económica.