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¿Cuál es la mejor manera de decirles a sus hijos que tiene una enfermedad grave?

Nunca es fácil para un padre decir a sus hijos que tiene una enfermedad grave. No importa la edad que tengan los niños. Hay una línea muy fina entre asustarlos innecesariamente y explicar con detalles, no únicamente sobre la enfermedad, sino cómo eso va a afectarte a usted y a ellos.

Usted conoce mejor que nadie a sus hijos. Por eso debe tener en cuenta eso a la hora de planificar la conversación. Tome en cuenta tus síntomas, las cirugías y el tiempo de recuperación que necesitará cuando hable con ellos. Algunas enfermedades son graves. Algunas son durante un corto período de tiempo, mientras que otras son crónicas o potencialmente mortales. Tenga preparadas las respuestas para las preguntas más obvias. Si es capaz de responder con confianza y sin ninguna duda, mostrará seguridad sobre lo que está hablando. Si parece que está confundido y ansioso, ellos responderán igual. Valore la posibilidad de que una abuela, un tío, una tía o alguien especial en sus vidas pueda estar en la conversación, para que pueda consolarlos a medida que les va dando la información.

No deje pasar mucho tiempo

Los niños reaccionan de diferente forma y necesitan tiempo suficiente para lidiar con las emociones. Un buen momento es después de la cena. Suelen estar más tranquilos por la noche, después de comer.

Los niños contagian su energía

Si es posible, espera hasta que haya tenido tiempo de digerir y procesar la noticia. Así podrá mantener la calma.

Habla en términos que puedan entender

Trate de no utilizar demasiada terminología médica. También puede aprovechar esos momentos para introducir y explicar algunos términos que les puedan resultar familiares respecto a su enfermedad.

Considera el momento

La enfermedad puede afectar otras áreas de sus vidas. ¿Están cerca de unas vacaciones? ¿Algunos de ellos tiene exámenes o un gran evento deportivo? Si es posible, espere hasta que terminen.

Permite que hagan preguntas

Responda apropiadamente de acuerdo a su edad y manténgase siempre enfocado en la pregunta. Dar más detalles de lo necesario podría resultar abrumador.

Hágales preguntas

¿Cómo crees que esto va a cambiar las cosas en casa? ¿Y en la escuela? Puedes dar sugerencias para que sientan que son parte de la conversación y del proceso. Eso es muy importante y ayuda a mantener la fluidez en la conversación.

No oculte sentimientos

Realmente no quieres asustar a tus hijos, pero quiere que sepan que hay momentos en los que pueden sentirse tristes o cansados y, a veces, pueden llorar.

Algunas sugerencias para recibir apoyo externo:

Seguramente quiera explicar tu situación a los maestros de sus hijos. Si quiere mantener los detalles en privado, al menos puede ser útil que les hagas saber que va a venir un tiempo difícil y que mantengan un ojo para ver cómo progresan en la escuela.

Si sus hijos son menores de diez años, trata de organizar actividades en las casas de sus amigos, siempre y cuando sea posible. Esto les permite tiempo para ser niños y usted puede centrarte en su persona.

Involucre a la familia y a los amigos tanto como pueda. Cuanto mayor sea el grupo de apoyo, más fácil será todo. Estar una noche con familiares y amigos le da un tiempo «especial» donde la atención se centra en ellos.

Va a tener muchas ocasiones de hablar con sus hijos sobre su enfermedad, pero darles la noticia es difícil. Dependiendo de cómo lo maneje hará que sus hijos entiendan la situación sin estar muy asustados. Puede que haya lágrimas, enfados, abrazos y besos. Seguramente habrá una combinación de todo eso. Si crees que eres todo lo honesto que puedes ser, estarás tranquilo y rodeado de amor. Eso saldrá bien.

Con información y foto de: Infobae

Redacción

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