En el Día Internacional de la Juventud
Como consecuencia de la primera sesión del Foro Mundial de la Juventud en 1996, La Organización de Naciones Unidas, ONU, declaró en 1999 el 12 de Agosto de cada año, la celebración del Día Internacional de la Juventud.
La promoción de este día apoya medidas, para mejorar la participación de la Juventud en actividades de incidencia social y promover dentro de los Estados el desarrollo de políticas en temas prioritarios como, educación, empleo, hambre, la pobreza, la salud, el medio ambiente, uso indebido de drogas y la delincuencia juvenil.
En el caso guatemalteco, de acuerdo al Fondo de Población de las Naciones Unidas, más 68 % de los habitantes, tienen menos de 30 años mientras que la media poblacional se estima en 17 años, pese al grueso poblacional que ello significa no se visualizan desde el Estado políticas integrales de Desarrollo.
La juventud en Guatemala necesita la aplicación de estrategias bien definidas tomando como eje integrador un modelo educativo que estimule el autoconocimiento para la creación de la identidad propia, donde el niño y joven pueda verse más que un objeto, un sujeto promotor de su propio Desarrollo individual y en comunidad pues no puede abstraerse de ninguno de ellos.
En nuestra juventud, se debe priorizar la inversión en los programas de educación formal y no formal, para formar y seguir formando capacidades, para que la inversión extranjera que venga a nuestro país se sienta atraída por el talento de su capital humano y no por la abundancia de mano de obra barata como sucede en la actualidad, mano de obra que al ni siquiera encontrar espacios locales se ha convertido en la principal fuente de exportación del país, exponiendo muchas veces su integridad y la vida misma
Nuestros jóvenes necesitan espacios de recreación y desarrollo de la mentalidad positiva, donde puedan estimular el sentido creativo y canalizar positivamente la abundante energía propia de su edad, en tres palabras, el Estado debe garantizar para sus nuevas generaciones, formación, empleo digno y recreo.
Hoy más que nunca, la nación necesita jóvenes que estén preparados técnica, política y socialmente conscientes de la responsabilidad que implica tomar decisiones de las cuales afrontaran sus consecuencias en 20 o 30 años ellos y sus hijos.
Desde este espacio de opinión, con mis años de juventud acumulada, mi reconocimiento a los jóvenes rurales, urbanos, hombres y mujeres que diariamente en medio de las adversidades, estudian y trabajan por el bienestar de sus familias, de su comunidad, de su región, de nuestro país y más allá de nuestras fronteras, adelante siempre adelante.