Columnas

Qué absurdo

Para todos los que atacan la inversión extranjera, acusan a la minería de “saquear” al país, aquí les van algunas cifras. Sólo en el caso de la Mina San Rafael, desde el 2014, ha pagado más de Q1,000 millones (sí, mil millones) en impuestos, regalías y aportes voluntarios. Para ser más exactos, ha pagado Q689,557,191.69 en impuestos entre octubre 2013 y mayo 2017, entre IUSI, ISR y otros impuestos. Para la Municipalidad de San Rafael Las Flores ha representado Q114,644,635.53 en regalías, de las cuales, Q72,833,326.70 han sido voluntarias.

El 53% de sus ganancias, o sea, más de la mitad, se queda en Guatemala. De cada Q100, Q53 quedan en el país. Para los que alegan que el 100% debiera quedarse en Guatemala, es evidente que no tienen idea lo que requiere una inversión de esta magnitud, hablan porque seguro no saben lo que significa correr el riesgo empresarial de invertir, producir, pagar prestaciones, no a 10 ni a 20 sino a 1600 trabajadores que son empleados directos de la empresa. Hablan porque tienen boca, teclean porque tienen computadora, que por cierto, la tienen gracias a los componentes que son extraídos de las minas que tanto detestan.

La Mina San Rafael significa alimento y progreso para más de 85 mil personas, gracias a más de 6 mil empleos indirectos, adicionales a los directos, y a 600 empresas contratistas que también existen gracias a lo que la mina representa, y que a su vez, dan empleo a más de 17 mil personas. O sea, más gente beneficiada que la que habita en muchos municipios del país. Empresas como San Rafael invierten en su gente, contrariamente a lo que dicen los embusteros parásitos que atacan a la mina. Sólo en IGSS, IRTRA e INTECAP la mina ha pagado Q79,170377.68 entre agosto 2010 y marzo 2017.

Todo el alegato se centra en acusaciones absurdas de contaminación y violencia y en las supuestas consultas populares que según interpretaciones exige el Convenio 169. La realidad es que la mina ha sido respetuosa de todas las consultas que se han hecho tanto en Santa Rosa como en Jalapa, a pesar de que éstas no son vinculantes, según la misma Corte de Constitucionalidad, y quienes atacan a la mina convenientemente, no mencionan la gran cantidad de aldeas donde la votación fue en favor de la empresa. La PDH ha participado, a petición de la mina, en capacitaciones al personal sobre la importancia de respetar los derechos humanos. Los únicos criminales en este asunto son Calas y su gente, que han atacado a los trabajadores de la empresa en diversas formas, incluyendo a balazos, y han llegado a lanzar bombas de fabricación casera y granadas a propiedad de la empresa. Aquí los únicos criminales son los demandantes contra San Rafael, y cualquiera que no tenga mala fe, que no sea un resentido social o un social-confuso se da cuenta que la mina es un beneficio para la zona y para el país.

Aducir que la mina contamina porque hay lodo en el río es de verdaderos diletantes. ¿O será que ignoran que cuando llueve el río arrastra mayores cantidades de lodo? Y que decir sobre las acusaciones de violencia. Lamentablemente, esta estupidez de lío ha cobrado la vida de un agente de la PNC, dos guardias privados, y del pobre incauto que obedeciendo a los parásitos atacó a los guardias. Al tratar de huir luego de herir a los guardias fue atropellado por un vehículo que pasaba en ese momento. Todas personas humildes, que para los parásitos contra la mina parecen no significar nada.

En este caso, si que hay delitos que las autoridades debieran investigar, sin duda, pero de los que hacen caso omiso. Por ejemplo, el MP no ha hecho nada sobre la grabación del ex fiscal del mismo MP dónde con nombre y apellido menciona a quien sabe que está extorsionando a la mina. O investigar cómo es posible que uno de esos parásitos haya cobrado Q20 mil en asesoría a comunidad de la Cuchilla, luego que Conred e Insivumeh señalaran a la comunidad como en alto riesgo de deslave dadas las condiciones del terreno y la inclinación del mismo. La mina ofreció apoyar a los pobladores para mudarse, pero los parásitos insistieron en que permanecieran allí poniendo la vida de los pobladores en riesgo. ¿Es eso ser “defensor de los derechos humanos”?

Nuevamente, este es otro ejemplo de lo que pierde la economía de Guatemala, el gobierno en ingresos, y la población en prosperidad. El trabajo es lo ÚNICO que genera prosperidad al individuo. Un trabajo bien remunerado, con las prestaciones de Ley, genera y estimula el desarrollo de la región dónde se encuentra. Es difícil de entender porque algunas personas no asimilan ese concepto. Quizás si vivieran allí, y no lucraran de la desgracia ajena o vivieran como parásitos de la ayuda del exterior, comprenderían.

Nuevamente, insisto, mientras Noruega, Holanda y compañía sigan pagando a estos parásitos para generar desasosiego y preservar la miseria, y esa mentalidad retrógrada del paternalismo, en Guatemala no habrá progreso. Quizás debiéramos quienes vemos esto, atacar a esos países directamente en redes. Que ganan ellos con nuestra desgracia, es lo que me pregunto. Fácil es pensarlo, siendo países productores de electrónicos, incluyendo computadoras, para las cuales la plata es un componente esencial. ¿Será porque una vez quebrados creen que podrán entrar ellos a explotar los mantos de gas natural que tiene Guatemala y a explotar las mismas minas que hoy quieren destruir?

Según el Instituto de la Plata (Silver Institute) cada vez que tocamos un interruptor (on u off) la plata juega un papel. Es un componente esencial de todo, desde la TV hasta los bombillos de la luz. Sabiendo eso, quebrar a la mina, ¿a quién beneficia?

cleardot

Betty Marroquin

Licenciada en Relaciones Internacionales, especialista en el Congreso de los EEUU.

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