Y si vemos más lejos…
Luego de la crisis desatada por el viaje del Sr. Presidente a la sede de la ONU, situación agudizada el domingo tras el mañanero pronunciamiento presidencial, el debate nacional e internacional se ha centrado en torno al apoyo o animadversión del comisionado Iván Velásquez o bien al primer mandatario de la nación.
En este sentido hemos visto sendos pronunciamientos de Estados, instituciones, cámaras gremiales y personas en particular a favor y en contra de las partes directamente en conflicto, algunas de estas basadas en un sentido de país, pero una buena parte guiados por intereses muy bien marcados en avivar una situación de caos, bajo la lógica que en río revuelto…
Sin embargo, si nos abstraemos de esta situación y vemos para atrás, para adelante y a nuestros costados, el mundo sigue girando mientras nosotros nos hemos detenido en un puntual debate, quizá sin pensar en los costes asociados, principalmente el costo de oportunidad.
Hoy 29 de agosto al filo de las 15:00 horas, mi exhortativa es para los veto players del país, que acá como en cualquier otra sociedad coexisten, es a realizar algunos ejercicios prospectivos de los impactos económicos y sociales que podrían devenirse para la sociedad en caso resultara un ganador del pulso que esta puesto sobre la mesa y en función de estos escenarios orientar una salida legal y legítima para poner punto a esta coyuntura, seguro no será un punto final, pero al menos abrirá una pausa para pensar y repensar el país sobre una base de futuro y no solo de presentes.
Si estos ejercicios se hubieran realizado hace 60, 40 o 30 años, probablemente se hubiera podido evitar el conflicto armado interno y con ello la muerte de millares de guatemaltecos, o al menos la finalización temprana del mismo, se hubieran podido detener las migraciones masivas de connacionales que han partido familias y comunidades enteras, o al menos quizá pudiéramos evitar tener los peores indicadores de desarrollo humano en la región que hoy solo son superables por Haiti.
Debemos aceptar que tenemos un Estado desbordado, con falencias por todos lados, con crisis e intervención hasta en el Futbol. Con la dignidad que nos quede, sobre esta base, humildemente situarnos en el lugar que ocupamos en el globo y de los distintos niveles de interdependencia que tenemos.
Para lo anterior, basta con referenciar que más del 80% de las exportaciones van para EEUU y la Eurozona, o bien preguntarnos de donde vinieron más del 90% de los más de 50,000 millones de Quetzales que ingresaron por concepto de remesas el año pasado a Guatemala. Como en otras ocasiones las cartas están sobre la mesa, toca la adecuada interpretación del ahora pero antes de decidir, pensar en las consecuencias del mañana y del pasado mañana.