Columnas

De verdad, tiene vida

Civilizaciones y pueblos en el transcurrir del tiempo han encontrado distintas interpretaciones de lo que es la tierra para ellos, unos piensan y actúan como superiores y por lo tanto dueños de la misma y este es el pensamiento y práctica que se transmite de una generación a otra.  Estos pueblos sostienen que la tierra es un simple recurso a la disposición y que se puede aprovechar a conveniencia de los que lo saben hacer.  Entonces, pocos tienen mucho y muchos apenas tienen para sobrevivir. Es del conocimiento de todos que en estos contextos abunda el egoísmo y falta de comprensión de la presencia del otro, el tener y la explotación de la tierra sin misericordia. Hay que tener presente que muchos de los componentes de la tierra se acaban, no van a estar permanentemente y es aquí donde radica la importancia de conocer distintos puntos de vista sobre qué es la tierra y por qué cuidarla.

Pero también encontramos culturas y pueblos que reconocen que la tierra tiene vida y es necesario cuidarla porque es para todos y todas. Tiene vida y da vida porque de ella viene todo tipo de alimentos que consumen todas las personas que viven sobre ella. Los movimientos de la tierra generan vida en vinculación directa con el Sol y los demás planetas. Razón tienen las culturas antiguas y actuales, por ejemplo la cultura maya, que tiene expresiones para saludar a la tierra en cada amanecer, la medición del tiempo con que cuenta dedica días para recordar su relación con los demás componentes de la tierra, el grado de respeto que se utiliza en las expresiones cotidianas, por ejemplo el decir “Madre Tierra”, “tierra sacra” esto solo por mencionar algunos ejemplos. Es de reconocer que estos hilos de relación merecen ser cultivados de manera permanente porque ayudan a mantener el equilibrio que necesita la tierra.

Si la tierra tiene vida, entonces es de buscar información, prácticas y uso de recursos que tratan de mantener su vida y que permanezca por muchos millones de años para la vida de todas las generaciones que nos siguen. Si la tierra tiene vida, entonces cobra sentido respetarla, besarla porque nos da vida, hablarle todos los días y no solamente en los instantes de temblor o terremoto. ¿Qué le han hecho los seres humanos a la tierra?.  Cada persona, cada cultura y cada pueblo tienen la respuesta. En este contexto, hay respuestas para todos los gustos y corrientes de pensamiento.

La tierra también sufre.  Hay estudios realizados por especialistas donde consta que muchos de sus habitantes están desapareciendo, es el caso de muchas especies animales que ya no están con nosotros; están desapareciendo muchas plantas; el calor está aumentando y con consecuencias para todos los demás seres vivos y también muchas personas sufren por el hambre, la desnutrición, las guerras y otros conflictos.

En los últimos años, la tierra está en constante movimiento en varios departamentos del suroccidente de Guatemala, sus movimientos han provocado dolor, lágrimas, tristezas y reflexiones sobre el principio y fin de la vida por parte de sus hijas e hijos. Muchas gracias a la solidaridad de los pueblos de Guatemala y del mundo con quienes sufren en estos momentos.

TEXTO PARA COLUMNISTA