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Unidad en la diversidad

Guatemala un país con una admirable diversidad étnica, social, cultural, religiosa, lingüística y  conocimientos. Esta riqueza sociocultural constituye una oportunidad para el desarrollo de cada persona y de los pueblos toda vez que son contenidos que merecen reconocimiento, respeto, admiración y apoyo por parte de todos los guatemaltecos. Tenemos la oportunidad de conocer la riqueza lingüística que permite explicar y comprender el mundo guatemalteco tan diverso; contamos con 4 pueblos cada quien con su historia cuyos acontecimientos configuran la historia actual del país. Cuando al arte se refiere, disfrutamos de expresiones artísticas que alegran y desarrollan la subjetividad de todas las personas que conformamos Guatemala. Nuestro país goza de una diversidad cultural que es depositaria y transmisora de conocimientos que permiten explicar nuestra realidad local, regional, nacional y mundial.  Guatemala es diversa y debe vivir su unidad con estas condiciones.

La permanencia de algunas dificultades en el plano étnico generalmente se debe al poco reconocimiento de los derechos individuales y colectivos de las personas y de los pueblos lo que trae como consecuencia problemas de toda índole entre los que podemos mencionar la discriminación y el racismo. El hecho de practicar que una cultura es la única y superior sobre otras culturas o el tomar decisiones por la vida de otros pueblos nos aleja de prácticas democráticas y justas. Es necesario reconocer que en contextos multiétnicos tenemos que aprender a comunicarnos con nuestro pueblo y con otros pueblos, hay que saber escuchar ideas ajenas y distintas a las nuestras, escuchar el canto de otros desde su lengua materna o desde sus organizaciones propias haciendo democracia.  De esta manera estamos fortaleciendo la cultura de cada pueblo y dándole solidez a la unidad en la diversidad guatemalteca.

La diversidad a nuestro alcance nos proporciona interpretaciones de vida, visiones disponibles acerca de la sociedad, ideologías diversas y contradictorias, conocimientos para distintos ámbitos y objetivos, derechos humanos y colectivos en el contexto de la interculturalidad, prácticas y argumentos democráticos con la representatividad de pueblos y la búsqueda de soluciones para los problemas económicos y políticos. Estos aportes de la diversidad enriquecen el campo de las reflexiones académicas y la elaboración de respuestas para contextos con presencia de culturas y pueblos. Nuestro país necesita en pleno siglo veintiuno del diálogo entre conocimientos, del diálogo entre culturas, de la democracia intercultural, del diálogo entre religiones y de la revisión de estructuras excluyentes para dar paso a la organización de estructuras con la representatividad de pueblos.

Guatemala debe tener unidad en la diversidad, como tal, sus características están a la vista: multilingüe, multicultural y multiétnica. Corresponde a las hijas e hijos de esta tierra seguir con la creación cultural propia, fortalecer la unidad, practicar la convivencia, la paz, la justicia, la tolerancia y la armonía entre pueblos.  Es nuestro deber dejar a futuras generaciones un país modelo de convivencia intercultural.

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