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Están regalando Guatemala

La semana pasada, los diputontos (porque no hay forma educada para llamarlos) intentaron aprobar varias reformas al Código Penal que a plena vista son inconstitucionales y desde un punto de vista jurídico puras wisachadas atentando contra el estado de derecho y tratando de quedar impunes por los delitos cometidos en la campaña electoral. Esto despertó el repudio de la población y el llamado a manifestar se hizo presente.

Es el deber de todo ciudadano defender a la patria y oponerse a estas absurdas reformas que trataron de aprobar estos personajes nefastos que ya perdieron toda la credibilidad que algún día llegaron a tener, aunque enmendaron su error no tienen perdón alguno. Lamentablemente grupos de extrema izquierda como CODECA, CUC y la mal llamada sociedad civil, aprovecharon esta oportunidad para seguir con su plan de hacer un golpe suave al Estado de Guatemala y así lograr tomar el poder que no obtuvieron por las armas y jamás podrán obtener por la vía democrática, simplemente porque la población no los quiere.

Lo lamentable es que estos señores, hoy tratarán de quitarle la inmunidad al presidente electo de manera democrática para quedar bien con estos grupos desestabilizadores de la nación, con la falsa promesa que si apoyan el golpe al Gobierno y defenestran a Jimmy Morales no enfrentarán a la justicia, así como no la ha enfrentado Mayra Veliz, Erick Archila y los demás aliados de estos grupos obscuros que se burlan del pueblo guatemalteco y navegan con bandera de ética.

Por eso es importante, por muy indignado que se esté, pensar antes de manifestar y solicitar la renuncia del presidente de Guatemala, hay que hacerse las siguientes preguntas: ¿Quién tomará el poder? ¿Quiénes se benefician con esto? ¿Cómo afectará la economía de Guatemala? ¿Esto qué le va a hacer a las empresas y a las fuentes de empleo? Y la más importante ¿Estamos regalando Guatemala para convertirla en una Venezuela?

Si usted decide prestarse al juego de estos grupos, por lo menos hágalo de manera pacífica y sin destruir el patrimonio nacional y por supuesto no se arrepientan como se han arrepentido por su voto en las elecciones, recuerde: todos los diputados y el presidente los eligieron los guatemaltecos a través del sufragio, no pueden remover sus decisiones cada dos años.

Señores congresistas, si algún día quisieron ayudar a mejorar el país y quieren salvar la poca dignidad que les queda, no desaforen al presidente. No regalen Guatemala.

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Redacción

Equipo de redacción