Editoriales

La respuesta a la nación no espera

Ayer, nuevamente la Plaza de la Constitución de la ciudad de Guatemala se vio concurrida por una población cansada de los desmanes de los politicastros guatemaltecos, que se han caracterizado por representar única y exclusivamente sus propios intereses, sin importarles las consecuencias que sus actividades egoístas traigan a toda una nación, que lucha por la sobrevivencia y por emerger de la pobreza en la que ellos mismos nos han sumido por sus ilegalidades.

Si bien es cierto, la población está cansada de las atrocidades que los politicastros realizan, también es cierto que existen sectores interesados en asumir el poder político por la vía de un golpe blando, por la simple razón que, por la vía del sufragio, nunca han logrado alcanzarlo. Debido a los desmanes de la casta política enquistada por muchos años en el Congreso de la República la población busca su cambio, pero lamentablemente, carecemos de una dirigencia realmente comprometida con el cambio, pues salen a la luz pseudolíderes que se dan baños de pureza, cuando han sido o han formado parte de la corrupción o tienen un pasado obscuro, al haber pertenecido a grupos de poder o partidos políticos que siempre han ejercido como politicastros y, se han alimentado y aprovechado de la danza de los millones en la corrupción que carcome al Estado de Guatemala.

Al hablar de ilegalidades, hay que tomar en cuenta que tanto el Congreso, el Ministerio Público, la CICIG, la Corte suprema de Justicia y la misma Corte de Constitucionalidad, se han burlado de los guatemaltecos, pues son y han sido parte de la corrupción, el tráfico de influencias, las mordidas y sobornos o la aplicación selectiva de la justicia.

En el país del realismo mágico, ya no nos sorprende que la realidad rebase a la imaginación, y estamos claros que, mientras no se realice un cambio profundo de la legislación en torno a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, estaremos siempre expuestos a la elección a ciegas que ha sido promovida por la misma casta de politicastros, que hoy y siempre se han burlado de la población guatemalteca.

Señores diputados, no es defenestrando al presidente de la República, cómo lograrán lavarse la cara por los horrores que han cometido en contra de los guatemaltecos, si queremos seguir por la vía del desarrollo hay QUE DEFENDER LA INSTITUCIONALIDAD, y no prestarse al juego de los grupos de poder que pretenden imponer su santa voluntad a capa y espada, pues ellos no son la solución o la salida a la crisis que actualmente vivimos por culpa de ustedes.

Es hora de poner verdaderamente sus barbas en remojo y responder, con responsabilidad y verdadero patriotismo a las demandas y necesidades de todos los guatemaltecos no solo, a los interesados en promover y alcanzar el poder de manera fáctica.

Su verdadero trabajo está trazado por el soberano pueblo de Guatemala y sus verdaderas y sentidas demandas, la pelota está en su cancha, respondan para garantizar la institucionalidad y buscar soluciones verdaderas al momento histórico que atravesamos, de todas formas, su destino ya está definido para no volver a ser electos, por sus abusos y arbitrariedades.

Por una nación libre, justa y solidaria.