Columnas

Las cosas como son

El miércoles la plaza de la constitución recibió el clamor de miles de guatemaltecos que, como usted y como yo, están hartos del latrocinio y el descaro de algunos -muchos- funcionarios públicos.  Como suele pasar en esas ocasiones, hubo consignas de todo tipo y adjetivos pasados de tono, pero el común denominador no era una consigna, fue un sentimiento que todo ciudadano con sangre en sus venas siente ante la aparente impotencia en contra de los “malosos” como dijo alguna vez Oscar Berger.  Francamente, nadie en su sano juicio puede estar a favor del abuso y el descaro de 107 diputados que, cual tiburones en frenesí alimenticio, se recetaron los ya infames Decretos del 13 de este mes.  Peor aun, el 15 de septiembre hacen una estupidez para arreglar sus obras (¿recuerda usted que obrar es defecar, verdad?) Pues bueno, la historia ya la sabe, así que no se la voy a contar otra vez.  Lo que si voy a hacer es llamar su atención a algunos puntos que creo que merecen la pena que los tenga claros.  Si usted fue a la plaza, bien, pero si no fue también está bien.  No es menos ciudadano si no fue.  Si usted se quedó en su trabajo hizo lo que tenía que hacer porque, perdónenme quienes si fueron, pero la patria se construye todos los días, trabajando y creando mejores oportunidades para nuestros hijos.  También quiero que note la diferencia entre los bochinches afuera del Congreso el 13 y las manifestaciones de este miércoles 20; la primera tuvo varios momentos de tensión y, en mi opinión, fue abusiva.  ¿Porque todos tenemos derechos humanos, hasta los diputados, o no?  La segunda además contó con diversos sectores y consignas claras.  Puede estar o no de acuerdo con tales consignas, pero así fue.

El llamado 20S tuvo como principal consigna pedir la renuncia de los diputados.  También pidieron que se le levante el antejuicio al Presidente (otros piden de una vez su renuncia, pero radicales hay por todos lados) Así, en dos platos se quieren escabechar a 2 de los 3 poderes del Estado.  Que bonito, ¿verdad?

Yo no estoy de acuerdo a que los diputados renuncien o que se les exija la renuncia.  Para remover diputados hampones hay un procedimiento establecido que es el antejuicio y luego procesos penales.  De esa cuenta, la solicitud de antejuicio que presentaron unos jóvenes en contra de los 107 es la vía correcta.  Después de todo, allí está la Cicig que es infalible -ejem- y puede ayudarnos a los guatemaltecos a salir de los indeseables.  Pero sacarlos “a patadas” ciertamente no es la vía correcta y solo coloca a quienes así lo “sienten” como salvajes.  Si pretendemos construir un Estado de Derecho, empecemos cada uno de nosotros, los ciudadanos, a comportarnos como tales y no como animalitos.

Yo creo que la acción presentada tiene mérito y puede prosperar.  Eso si, no es inmediata, pero es que así es eso.  Obtener las cosas rápido y fácil es algo que todo padre le enseña a su hijo a que no es lo mejor.  Las cosas que cuestan son más apreciadas.  ¡Vaya usted a saber por qué!

En el caso del Presidente, ciertamente no tiene las cosas fáciles; cada día sale un nuevo “tema” que lo involucra y la figura presidencial se debilita con cada asonada.  Ojo, que lo que se debilita es la figura presidencial y eso no es para nada bueno.

Aprendamos de una buena vez que debemos escoger cuidadosamente a nuestras autoridades y eso requiere de dos cosas: reformas al sistema de elección y ciudadanía informada.  Me parece correcto exigir esas reformas, pero me parece imperativo lo segundo y eso no se consigue del aire o por decreto.

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