Justicia para Sperisen
El pasado lunes, Edwin Sperisen, era dejado en libertad condicional liego de 5 años de estar en una prisión en Suiza sufriendo una injusta condena perpetua bajo un anómalo juicio en el que su derecho de defensa fue claramente violado y la parte acusadora consiguió testigos claves que al parecer resultaron falsos o mintieron.
Si bien tiene que enfrentar otro juicio, ahora tendrá oportunidad de defenderse como originalmente debió haberlo hecho pero los jueces del tribunal que le condenó se lo impidieron. Hay una nueva esperanza en su caso y en que demuestre su inocencia.
Todos los principales acusados de ser los cerebros de las muertes extrajudiciales del Caso Pavón por la Operación Pavo Real en 2006 han sido declarados inocentes. Fueron dejados en libertad Alejandro Giammattei, director del sistema penitenciario, Juzgado en Guatemala, Javier Figueroa, subdirector de la policía nacional, juzgado en Viena y Carlos Vielmann, Ministro de Gobernación, juzgado en España. Ahora le tocó el turno a Edwin Sperisen, jefe de la policía nacional civil quien está en Suiza en el proceso de repetir el juicio por el cual le condenaron en forma anómala. La razón de declararlos inocentes es que no hay evidencia de la culpabilidad de ninguno de ellos a pesar de haber sido acusados llegando al extremo de utilizar testigos de dudosa reputación que mintieron o son falsos, lo que deja en evidencia el trabajo mediocre que en este y otros casos el Ministerio Público y la CICIG llevaron a cabo. En otro caso relevante para nuestro país, el caso Rosemberg, la inocencia y libertad final de los hermanos Valdéz-Paiz demuestra con claridad el que se usara un testigo falso.
Como si esto fuera poco, la CICIG en época del costarricense Francisco D’Allanese, exjefe de la Cicig, publicó un documental en YouTube en el que prácticamente acusaba, juzgaba y condenaba a Vielman diciendo que todo era cierto. Es como ser juez y parte al mismo tiempo. Algo insólito que fuera ordenado por la CICIG y por su comisionado. Vielman, en todo su derecho para limpiar su honor y su nombre, demandó y un tribunal español ha aceptado la demanda. La demanda el civil por el momento, pero tiene derecho de volverla penal. Entre los demandados se encuentran además la ex fiscal general, Claudia Paz y Paz, el fiscal Christian Ulate, el politólogo Héctor Rosada, la periodista Marielos Monzón y el ex reo Carlos Bendfelt. En total son 17 los demandados.
A mí no me cabe la menor duda que las demandas fueron cuestión de ideología y política, no de justicia. No hay justicia cuando aparecen testigos falsos. No hay justicia cuando se veda el derecho de legítima defensa a un acusado. No hay justicia cuando siendo la parte acusadora, en vez de presentar evidencia se utilizan los medios para manipular a la opinión pública a través de documentales o historias que no han sido comprobadas. No hay justicia cuando se es juez y parte a la vez. No hay justicia cuando la ideología sustituye a las evidencias. No hay justicia cuando el fin no es la igualdad ante la ley que es lo que corresponde hacer a quien administra la justicia sino la política y el poder. No hay justicia cuando quienes demandan son impunes como lo es el caso de la CICIG que vino a apoyar y reforzar el sistema de justicia, pero con estos casos pareciera que la terminan manipulando. Y no hay justicia cuando lo jueces están políticamente comprometidos con su carrera y no con la verdad, aquí, en Suiza o donde sea.
Espero que por el bien de Guatemala y de Edwin Sperisen, la Justicia sea recuperada en Suiza y quede en libertad definitiva de una vez por todas.