Varias noticias de hoy entristecen porque se refieren al maltrato que reciben muchos jóvenes en distintas partes del mundo, especialmente en países donde la mayoría de la población vive en pobreza. Esta carencia en que viven las familias afecta a jóvenes que ven limitadas las oportunidades para construir un futuro en mejores condiciones. Otras noticias se refieren a la violencia que hay en muchos países y que exponen a la juventud a formas de tratamiento que les limita el futuro porque el contexto les impone obstáculos o les señala caminos poco aceptables. No se puede obviar que en otras regiones, la juventud es discriminada y excluida de las decisiones que tienen que ver con el futuro de las nuevas generaciones.
Ya es tiempo para que los jóvenes tomen la palabra en hechos y decisiones que tienen que ver con su futuro. Además, deben identificar espacios e instancias que hay en la comunidad, en el municipio y en otros niveles donde algunos sectores hablan del tema, sostienen los argumentos y definen las acciones que hay que hacer. Los líderes y las lideresas adultas deben ceder los espacios específicos para que la juventud participe plenamente en los diálogos donde se deciden las prácticas que tienen que ver con un futuro mejor para ellas y ellos. Este futuro solo es posible si se sabe escuchar y asumir el pensamiento y las aspiraciones juveniles.
Hay que apoyar a la juventud para que realice sus sueños de bienestar a través de medios y ejemplos al alcance tal como presentarles modelos prácticos, sencillos y adaptables para el desarrollo personal, familiar y comunitario. Estos modelos pueden venir de otras experiencias de cualquier lado del mundo pero también pueden ser las prácticas acerca de los medios de vida con que cuentan las comunidades. La juventud necesita vivenciar el uso de valores en el contexto familiar y comunitario tales como la democracia, la justicia, el respeto y la equidad.
Es importante que la juventud tenga oportunidades para mantener su orgullo por pertenecer a una cultura o a un pueblo que le ha trasladado conocimientos y valores para vivir, debe sentir seguridad porque esta herencia proviene de un pueblo o civilización que sabe convivir en paz y justicia. La juventud debe aprender a tejer relaciones interpersonales y entre pueblos a nivel nacional e internacional porque el mundo de hoy es interdependiente. El proyecto de vida colectiva que deben tener es aquel donde la democracia y la equidad sean puntos focales sobre la participación y representación de la juventud.
En las redes sociales que actualmente abundan, deben presentar a la juventud pequeñas prácticas de valores para la paz y la justicia que fomentan el diálogo, el debate y la búsqueda colectiva de respuestas a las necesidades de hoy. Para las generaciones adultas, la juventud debe ser punto de preocupación porque es urgente dejarles un medio ambiente lleno de salud y un desarrollo justo que tome la persona y la tierra como parte del modelo. Entonces jóvenes a ocupar los espacios de participación porque les corresponde ser parte de la discusión que busca mejores condiciones de vida y roles específicos para la democracia del futuro.