Columnas

Reflexiones sobre la calidad educativa I

Una de las razones de proponer una reforma educativa en nuestro país fue la deficiencia observada en los procesos pedagógicos de enseñanza-aprendizaje que se llevan a cabo en la mayoría de los centros educativos.  Al realizar un análisis sobre la calidad educativa  se pudo prestar atención entre otras cosas a: 1) las debilidades en el desempeño de los  maestros en el aula; 2) la desarticulada formación inicial de los docentes, 3) la falta de equidad y 4) lo relacionado a los pensa de estudios, jornadas y horarios de trabajo.

Ante esta realidad se inició un proceso de diálogo y consenso que dio como resultado el diseño de reforma educativa, que planteo una transformación curricular que da origen a lo que se llamó posteriormente el currículo nacional base. Sin embargo algunas situaciones no fueron abordadas a profundidad en este proceso, como por ejemplo, la especialización de los docentes, ya que no están formados para atender todas las áreas en los niveles primario y medio, el tiempo destinado para la enseñanza-aprendizaje en las jornadas y horarios, la cantidad de áreas y subáreas en los niveles de primaria y media.

La educación en el país sigue en crisis. Ante los resultados en las pruebas realizadas por el MINEDUC, ingenuamente pensamos que solo estamos mal en lenguaje y matemática pero la realidad es distinta. En el caso del aprendizaje de los idiomas extranjeros o los idiomas vernáculos la realidad es todavía más lamentable.  A partir del año 2013 el Ministerio de Educación obligo a todos los centros educativos urbanos a impartir la subárea de Comunicación y Lenguaje 2 (idioma indígena) sin tomar en consideración que no se cuenta con el recurso humano formado ni con el tiempo necesario dentro de los horarios de clase por lo que se tuvo que restar un periodo a Comunicación y Lenguaje 1 (español), en detrimento de la calidad educativa y en los lugares donde los hablantes de las lenguas vernáculas son mayoría no existe el recurso humano preparado.

De acuerdo con el currículo nacional base se imparte el idioma ingles en el ciclo básico y en algunas carreras del ciclo diversificado, se recibe un promedio de tres periodos a la semana, en la mayoría de centros educativos de 20 a 25 minutos reales cada periodo, lo que constituye un factor de debilidad en el aprendizaje. El tiempo  que se destina en el pensum es escaso comparativamente hablando en relación a su importancia dentro del área de comunicación y lenguaje en la cual también  interviene la subárea de Tecnología de información y comunicación.

No podemos esperar que los alumnos al graduarse se comuniquen en inglés o en un idioma maya debido a que el total de horas de aprendizaje es mínimo en cada ciclo lectivo y en el mayor de los casos los que enseñan el idioma extranjero o vernáculo  son personas sin la debida especialización.

Sumado a esto debemos reflexionar sobre lo siguiente: la gran mayoría de nuestros estudiantes tienen 4.5 horas diarias como jornada de estudio y por diversas circunstancias menos de 3.5 de aprendizaje efectivo. Ante esta situación es importante pensar en las innovaciones que se deben implementar al proceso de transformación curricular. El desafío es grande, se debe actuar ya.