Cocina

Los restaurantes 4.0, la era digital en la restauración.

La era digital ha transformado todas las industrias, algunas con mayor impacto y velocidad que otras, pero la restauración pareciera querer quedarse oculta de la era digital y mantener la tradición, los métodos desactualizados y los recursos más “naturales”.

De alguna forma existe una fobia al progreso en lo que ingerimos, pero eso no evita que la industria se quede paralizada. Aun así, la aplicación y desarrollo de la tecnología va más allá que alteración en ingredientes, la tecnología son todas las herramientas que pueden generar progreso y eso está afectando directamente la restauración, aunque exista resiliencia a la tecnología.

Al explorar con un poco más de profundidad en lo que está pasando alrededor del mundo comenzamos a descubrir algunos espacios disruptivos dentro de la restauración, desde la arquitectura y nuevos materiales, hasta nuevos modelos de negocio o elementos que parecían irrelevantes. Existen casos extremos como Sublimotion en Ibiza, un restaurante que desarrolla un escenario completo a través de proyecciones o incluso utiliza realidad aumentada, conceptos a los que me declaro escéptico o incluso me opongo a su desarrollo.

Los humanos cometimos el error de someternos a tantos estímulos que aniquilamos nuestra capacidad de sorpresa y la tecnología podrá hacer muchas cosas pero la parte más humana de nosotros está en nuestras emociones. Si nuestras emociones son el vínculo hacia los clientes el valor de la tecnología es crear un show, sino generar eficiencia, mientras tanto a nuestro cliente lo podremos enamorar de la forma tradicional, con cariño, buen trato y unos trucos más que expondré otro día al profundizar en sensorialidad.

La era digital no se trata de una aplicación extrema, sino a la correcta aplicación de herramientas y, aunque existe la posibilidad de robotización y preparación a través de máquinas, el valor de un restaurante está en la exploración de los sentidos y no en la mecanización de procesos.

La capacidad de adaptación es lo que permite la competitividad y el desarrollo y hasta que no seamos capaces de adaptarnos y aplicar nuevas herramientas, como industria, estaremos estancados.

Entre las innovaciones actuales que considero que debemos poner más atención está el uso de redes sociales y teléfonos móviles, esto crea dos posibilidades. La primera es la “democratización”, la idea absurda que todas las opiniones deben ser oídas, lo cual no es cierto, pero podemos obtener información relevante como retroalimentación para mejorar e idealmente debe ser filtrada por una persona especializada en manejo de data; por otro lado, el uso de redes sociales genera el efecto de recomendación y la posibilidad de una “propina digital”, es decir, el valor agregado que te puede dar tu cliente está en su recomendación. Olvidemos la fachada de influencer, una recomendación personal tiene más potencial que un pseudofoodie, a no ser que este fuera claramente un medio que genere contenido profundo.

La aplicación de la tecnología también se encuentra en la eficiencia de cada proceso, esto genera oportunidades de negocio para aquellos visionarios que lo comprenden: Digitalización de pedidos y proveeduría, pedidos online en tiempo real de la mesa a la cocina, sistemas de gestión de reservas integrado entre restaurantes, aplicación de audio para alterar ritmos de consumo, sistemas de riego automatizados y huertos verticales, o sistematización de inventarios y sistemas integrados con proveedores o incluso competencia. Estos son ejemplos que se están aplicando actualmente en el mundo ¿Quiénes lo están haciendo en Guatemala?

Es momento de perder el miedo a la tecnología y a la competencia, en esta industria pueden ser nuestro mejor aliado, pasan por los mismos problemas y la solución está en apreciar lo que el otro te puede aportar. ¿Estamos tan ciegos que no lo vemos o somos celosos?.

Foto: Marketing gastronómico

André Schrei

Chef guatemalteco

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