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Importancia de la formación inicial del docente

En estos días se están titulando los primeros maestros y maestras formados a nivel de universidad y el país proyecta sus esperanzas para que estos docentes se integren a la docencia donde deben demostrar las competencias en el uso de técnicas que necesitan las y los estudiantes del siglo 21 y el mejoramiento de las condiciones de vida de todos los guatemaltecos a través de la educación escolar. Un buen maestro o maestra es modelo para el estudiantado en general y la comunidad educativa los admira y respeta porque dedican toda su vida al magisterio con comprensión y cariño por la niñez y la juventud.

La formación del docente reviste importancia porque a través del currículum escolar apoya la construcción del país que necesitamos, cuya visión según el Currículum Nacional Base nos dice que “Guatemala es un estado multiétnico, multicultural y multilingüe, que se está desarrollando como una nación justa, democrática, pluralista y pacifista. Está cimentada en la riqueza de su diversidad natural, social, étnica, cultural y lingüística y en la vivencia permanente de valores para la convivencia y la consolidación de la cultura de paz, en función del desarrollo equitativo y del bienestar personal y colectivo de todas las guatemaltecas y los guatemaltecos”. Es el magisterio quien con su labor docente apoya la configuración del proyecto de nación y el perfil de la ciudadanía que necesita el país.  También le corresponde al magisterio orientar la vigencia de los deberes y derechos de los ciudadanos a través de las áreas curriculares de formación ciudadana y ciencias sociales.

“La formación del docente reviste importancia porque a través del currículum escolar apoya la construcción del país que necesitamos…”

El enfoque intercultural que tiene el plan de estudios de la formación docente facilita la identificación y comprensión de la multiculturalidad y el multilingüismo como fuentes del currículum y la riqueza de conocimientos que deben ser estudiados y fortalecidos como parte de la democracia cognitiva. En este sentido, con la contribución del currículum escolar y la formación contextualizada del docente poco a poco se disminuirá la exclusión, el racismo y la discriminación en todos los ámbitos de la sociedad guatemalteca y se estará dando paso a la democracia, la paz y la justicia.

Con la formación docente a nivel de universidad, Guatemala ha dado un salto cualitativo que propicia el estudio de la realidad de los pueblos, una buena formación teórica en ciencias que apoyan la educación y el dominio de estrategias y técnicas didácticas para aprendizajes estratégicos en la vida de las y los estudiantes de todos los niveles.  Corresponde a la Universidad de San Carlos de Guatemala fortalecer desde la academia el perfil de la ciudadanía que merece el país, sus actitudes y valores para la construcción de la sociedad democrática, multilingüe e intercultural. La comunidad educativa debe apoyar este esfuerzo del Ministerio de Educación porque maestros bien formados garantizan aprendizajes del estudiantado y hacen posible la transformación de la sociedad para la convivencia, el diálogo y las relaciones interpersonales.

La formación inicial del docente le corresponde al Estado de Guatemala porque conlleva la responsabilidad de apoyar la construcción del proyecto de país que deseamos, el fortalecimiento de la productividad para el crecimiento económico y el estudio de los problemas nacionales con el objetivo de buscar soluciones donde todos deben participar. En la formación inicial del docente se debe estudiar la multiculturalidad y sobre ella la interculturalidad que todos deseamos alcanzar para minimizar conflictos culturales, sociales y políticos.

20170829 Autor de columna