Editoriales

Despilfarro de recursos para las fiestas

El sentimiento de indignación no tiene época, no pertenece a una clase social o grupo poblacional, ni tampoco es algo que deba quedarse en el olvido.

Entre los hechos que más indignación deben causar a la población están el despilfarro de los recursos públicos, cometido por quienes fueron llamados para controlar el gasto, los depositarios de la confianza de la gente: funcionarios y empleados públicos.

Tres noticias de esta semana, próxima a finalizar, incluyen información referente a fondos públicos y el manejo que de ellos se hace.

La primera de ellas se originó en el Congreso de la República, donde se discute el proyecto de Presupuesto para el próximo año, en el cual se han visto algunas irregularidades por la libertad que se impone en algunos gastos que no dejan la posibilidad de fiscalizar lo que con el dinero se podría hacer.

El Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación podría ser aprobado hoy, último día del período ordinario de sesiones del Organismo Legislativo. Buen regalo podrían llevarse a sus pueblos los parlamentarios, al haber aceptado algo que elimina los esfuerzos para evitar los malos gastos, los proyectos con rostro, nombre y hasta cuenta bancaria ya definidos y los beneficios solo para los familiares y amigos de los diputados.

La segunda noticia la dio el contralor general de la Nación, Carlos Mencos, quien explicó que es válido que los congresistas tengan bono 14 y aguinaldo y que estos beneficios laborales puedan ser calculados no solo por su salario base, sino por sus ingresos generales. Es decir, que cada padre de la Patria podría tener estos prestaciones por hasta Q26 mil cada una.

La Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos 2-2017 da cuenta de que gran parte de la población que está en la capacidad de trabajar, lo hace en el sector informal. También se señala que muchos ciudadanos tienen ingresos mensuales de entre Q2 mil 230 y Q3 mil 271 en el área urbana. En el área rural es más dramático el tema de salarios, porque se estima que es de Q1,490 al mes.

A la gente trabajadora le cuesta ganar su dinero. Cada día los ciudadanos comunes salen a la calle, se enfrentan a la violencia y a la suerte, realizan sus labores y vuelven a sus casas por las noches confiando en que a fin de mes tendrán cómo dar respuesta a sus necesidades. Quienes se desempeñan en la esfera pública no tienen ese tipo de preocupaciones.

Por último, y que es lo que más podría causar indignación, porque se involucra a personas que incluso podrían ser vecinos, es la aprobación de un bono de Q3 mil para los empleados del Organismo Judicial. La justificación para pedir el beneficio, según una carta enviada por un grupo de sindicalistas a la Corte Suprema de Justicia y para aceptar la prestación, consiste en que en esta época los productos alimenticios son más caros. Qué pasaría si los empleados de una maquila van con su jefe y con ese tipo de argumentos, piden un incremento salarial.

En época de fiesta y nunca, no se debe aceptar el despilfarro de los recursos.

Por una Nación Libre, Justa y solidaria.