A propósito del sorteo para el mundial de futbol
Para los guatemaltecos el deporte preferido es el futbol y esto es fácil de comprobar al observar a miles de aficionados que asisten a ver a la selección de futbol cuando ésta se presenta en el estadio “Doroteo Guamuch” a pesar de los elevados precios de los boletos, o las multitudes que están pendientes de las transmisiones por radio, internet y televisión. Los guatemaltecos visten la camisola nacional, llevan banderas y se pintan la cara con los colores azul y blanco. En las calles existe un ambiente distinto el día que juega la bicolor.
En este contexto se observa con mucha atención el sorteo de los grupos que participarán en el campeonato mundial de futbol que se realizará en Rusia el próximo año y con nostalgia se vuelve la vista hacia el futbol nacional y surge la pregunta ¿cuándo Guatemala estará presente en el campeonato de futbol más importante del mundo?
Parece que se confirma lo expuesto por algunos sociólogos y psicólogos sociales, los guatemaltecos padecen de masoquismo futbolero, les apasiona, les causa placer jugarlo en la calle del barrio, en cualquier potrero en el campo, en las canchas de la colonia o en los lugares privados donde se practica el futbol sala, pero a nivel de selección causa dolor observar los pésimos resultados y la mediocre participación de los seleccionados.
En esta coyuntura donde está en boga solicitar y exigir cambios, los aficionados al futbol también deben expresarse y exigir que se evalúe por parte de los distintos grupos que conforman nuestra sociedad lo relacionado al futbol amateur y profesional.
Evaluar los planes de trabajo de la Federación de Futbol, la forma en que está regulada la elección de las autoridades, el manejo de los fondos constitucionales que recibe la federación, así como lo recaudado por concepto de transmisiones de radio, televisión y publicidad en los estadios del país, todo con el propósito de transparentar todas y cada una de las actividades relacionadas al futbol.
También se debe evaluar el funcionamiento de las divisiones inferiores, en este sentido la forma de escoger a los futuros futbolistas, evaluar el costo beneficio de contratar extranjeros para la primera y segunda división y que valor le dan los equipos de la liga mayor a los campeonatos de las divisiones especiales.
Los guatemaltecos no pueden seguir esperando un milagro para ver a la selección nacional en sus distintas categorías haciendo un decoroso papel en los eventos regionales.
Existe un desaliento de ver la mediocridad de la selección nacional la cual obtiene solo resultados adversos mientras que los directivos de la federación de futbol se pasean por todo el mundo disfrutando de viáticos en dólares, hoteles de cinco estrellas y otros privilegios.
La Contraloría General de Cuentas de la Nación no acciona ni administrativa ni judicialmente, por eso es la FIFA quien ha actuado denunciando a directivos corruptos que se han enriquecido ilícitamente con los dineros del futbol y desde hace bastantes meses tienen suspendida la participación de los equipos y de la selección en los torneos oficiales.
Es el momento para que los aficionados al futbol pidan cuentas y que se les explique en que se ha invertido el presupuesto y qué se piensa hacer para sacar al deporte favorito de los guatemaltecos del fondo del pantano en el que se encuentra.
¿O esperaremos pacientemente a que la CICIG intervenga en el futbol nacional?