Mirilla indiscreta

Un rompecabezas sin solución

Cuando veas las bardas de tu vecino arder, pon las tuyas a remojar. Algunos sustituyeron bardas por barbas, que lo hacía de cierta manera ilógico. Hecha la aclaración, sí tiene sentido que sí ves en la casa del vecino las bardas o cercas quemarse, por lo menos moja las tuyas.

De distintas formas, siempre en sentido figurado, he procurado poner mi experiencia personal pero esencialmente política, para facilitar la comprensión de una realidad, que confusa y con variables impredecibles, nos advierte que no estamos viviendo una situación normal, tampoco de transición, ni siquiera de cambio, como predican los nuevos sacerdotes y sacerdotisas de este aquelarre (reunión de brujos y brujas) que repentinamente convocados en nuestro territorio hicieron acopio de todos sus hechizos para actuar como embrujados.

Caminamos en círculos que no llevan a ninguna parte. Como antaño en los parques de los pueblos, los varones circulaban en un sentido y las mujeres en el contrario, mirándose sin hablarse y conociéndose a la distancia, chismeándose los defectos y provocando al eventual rival para buscar el pleito.

Y yo continúo en el intento de advertir la crítica situación a través de estos escritos, un poco más largos que un tuit, que garantiza que el mensaje no penetre más allá de aquellas neuronas que se agitan con el escándalo, el morbo y la descalificación y por poco tiempo.

Como una sepultura colectiva, que en lugar de huesos… pudre honras, prestigios, dignidades personales y de nuestra patria, los principios y valores que nos hacían blasonar nuestro respeto por los amados principios y valores cívicos: La Bandera, el Himno, La Flor Nacional, la Ceiba, El Quetzal, todos ellos gestados a través de una gloriosa historia patria y anidados en el hogar eterno de los signos de identidad… nuestra ahora alicaída y humillada soberanía nacional.

Se rompieron los diques; Dos mundos diferentes… Honrados y corruptos; La tormenta perfecta; Un triunfo transformado en fracaso, pero con la protección de Dios; Un equilibrista sin red protectora; No entender el origen nubla las consecuencias; No chinguen por gusto a los gallos de pelea; La patria se nos escapa de las manos; Entre el terror y la indiferencia; La libertad de prensa, derecho o mercancía; ¡Cuidado! Andan sueltas las lenguas; Cuidado hormigas nos aplasta la bota; Presidente, mándelos al carajo; Quememos egos en lugar de Guatemala; Un mundo al revés…Y Guatemala también.

Estos son alguno de los 48 títulos que este escritor ha puesto en los últimos 11 meses que se le dio vida a este espacio, como pequeños hoyos para que se tropezara y reflexione la curiosidad intelectual y ojalá, una inquietud política, que aunque la hagan aparecer como un don natural y espontáneo en la naturaleza humana, no es así.

Seguramente es la interacción colectiva que más incide en la vida de los individuos y de la sociedad, posiblemente la más compleja de las disciplinas cuando se toma en serio.

No por gusto alguien acuñó la expresión que engloba esta verdad irrebatible: “Sí no te preocupás de la política, la política se ocupará de ti”.

¿Cuántos que no se han ocupado de la política en Guatemala, la política se ha ocupado de ellos en esta indefinible etapa de la vida nacional?

Finalmente la interrelación de factores resultantes del encuentro violento de tensiones, presiones y desacuerdos repentinamente desenterrados del subconsciente colectivo para ponerlos en la escena nacional, no han dejado a uno solo de los ciudadanos ajenos al poder, sin ser tocado ligera o profundamente, por esta ebullición de fenómenos, que sin derrotero, se transformaron en las piezas de un rompecabezas gigante que no cazan en ninguna parte, haciendo de cada una de ellas un problema singular, provocando el caos.

Y justo cuando uno analiza esa situación, muy fácilmente localiza la mano peluda, que moviendo las piezas, como que fuera un dominó, no permite que coincidan de manera ordenada, moviéndolas a su antojo y voluntad.

Si uno fuera pieza y lo mueven sin sentido ni dirección, terminaría por desorientarse y perder la voluntad de encajar, dejándose llevar sin rumbo aunque al final termine tirado en la basura o formando una figura, sin pies ni cabeza.

Toda esta explicación se la ofrecía al doctor Gonzales, jurista de nota y de reconocidas credenciales, que me insistía que además de los diagnósticos, hiciera el esfuerzo, sí las bardas se están incendiando, de sugerir las soluciones.

-Puedo nuevamente apreciar asertos de gran perspicacia en su artículo don Edmundo- me estimulaba el ilustre jurista, pero seguidamente con especial comedimiento me pedía –lo insto a sugerir salidas a la situación-

¡Y esa prudente exigencia es ya parte de la solución! No se puede intentar una propuesta si no aceptamos que estamos inmersos en un problema mayúsculo de anarquía en peligroso desarrollo.

Violencia indiscriminada que anticipa la preparación de grupos delincuenciales que fácilmente pueden comprometer la paz social por su desarraigo a ninguna norma que evite el fortalecimiento de su poder paralelo, armado, inmisericorde, con vocación de sembrar en cuestión de horas si se les presenta la excusa para alterar violentamente el orden público.

Ya nadie puede ignorar que las calles de todas las ciudades y pueblos de la República progresivamente se han transformado en territorios libres del Estado Guatemalteco.

En mi reunión de los viernes el ánimo de mis amigos se hace inaudible la voz de cada uno de ellos, al intervenir al mismo tiempo frente a la más mínima alusión a la situación actual.

-Si no se recupera de urgencia nacional la gobernabilidad del país no creo que duremos mucho tiempo conteniendo una confrontación de acciones, cada cual desde su perspectiva empujando una acción para frenar el caos- hizo sentir su voz el licenciado Mario Palomo, jurista de mil talentos y gavetas, que se mueve en muchos de los círculos donde se podrían tomar decisiones cruciales.

Sin embargo, en todas nuestras reuniones parece frustrado por la falta de acústica en esos recintos, que vuelve sordos a los que deciden.

-La verdad vos Mario –intervino Vandemberg, otro de los frecuentes miembros de la mesa– ¿Es cierto que al presidente lo neutralizaron, garantizándole la culminación de su mandato y en reciprocidad aceptó la reinstalación de los funcionarios que lo abandonaron?

-Eso debe de ser cierto vos Axel –lo respaldó Haroldo, dándolo por cierto- resulta inexplicable que podás convivir y pretender comandar el avión con los instrumentos trabados porque te quieren botar… Es un absurdo –completó su análisis Penados- No pueden garantizarte tu período si tus colaboradores más importantes propician un escenario que podría hacer inevitable tu caída-

…-Te voy a poner algunos ejemplos- ofreció ilustrar su posición –por intereses subalternos impropios frente a la gravedad de la situación, inducen al Presidente a proponer y defender un presupuesto desproporcionado y fuera de los límites de la tolerancia financiera y administrativa… que su aprobación fácilmente hubiera desatado una reacción que hubiera actualizado la necedad de frustrar su mandato.

Afortunadamente algunos diputados, a quienes no  alucinaron las ofertas del espejismo que les plantearon para su aprobación, reaccionaron a tiempo, y se opusieron.

Lo que no lograrán entender los derrotados… será que esa acción los salvó a todos.

Que la aprobación los hubiera puesto, con un dirigido respaldo popular y mediático, fuera de su curul… Oficialistas, opositores por contrato, opositores de ocasión, opositores, independientes de medio tiempo e independientes por convicción, difícilmente se habrían salvado de un intento de desaforo general –ilustró su análisis.

-A mi juicio se salvaron ellos y también al presidente… imagínense ustedes la genial maniobra: Tres pájaros de un tiro… presidente… Congreso y de pasada… Un jugoso presupuesto para un eventual gobierno de transición…-

-Al inicio de la crisis… intervino el doctor Rosemberg– en poco tiempo fue evidente el condicionamiento al presidente para la designación de algunos de sus colaboradores… junto con las maniobras para cambiar la base de nuestro contrato social, pretensión que constituyó un reto para preservar la Constitucionalidad y apoyar al jefe de Estado.

… Esta tarea que después de dos años se hace más difícil… porque  si uno no se enterara de las presiones ajenas a su mandato que ha tenido que soportar, parecería aliado estratégico, de quienes quieren asaltar el gobierno… Pero de todas maneras si se  desistiera de hacerlo… siempre se llega a la conclusión que la única forma de preservar el descalabrado del Estado de Derecho, es protegiendo la institución presidencial.

¡Ojalá que no peque de ingenuidad!… y como parte de su complicada jornada presidencial le dé tiempo de reaccionar, por respeto a sus electores, luchando por rescatar la gobernabilidad del país… que se hunde en la violencia indiscriminada,  que tiene aterrorizada a la población, antes de que la anarquía precipite una violenta lucha, al margen de cualquier proceso electoral, entre quienes amenazan con romper la paz en las ciudades y el campo para justificar un relevo ilegítimo en el mando.

¡Rescatar la dignidad de su mandato, pasa por remover a los funcionarios que de manera reiterada, se los han impuesto a costa de su prestigio personal! –cerró su intervención-

-Pero miren muchachos -si fuera parte de un acuerdo, no entiendo cómo puede lograrse alguno, sin incluir le pongan fin al montaje poco sustentado y con matices de garantía compensadora, al proceso en contra de su hermano y de su hijo… que evidentemente camina en dirección de una sentencia condenatoria sin posibilidades de defensa técnica… o por lo menos… mantenerlo como rehén hasta que se llegue… cuando lo consideren conveniente a una sentencia absolutoria… ya que el debido proceso, presunción de inocencia y lo que es más grave: el sagrado derecho a la defensa, al parecer está en vías de extinción en el derecho procesal guatemalteco.

Todo esto se puede neutralizar, en la medida que el presidente y el Congreso, como objetivo político, acuerden ejercer sus funciones con el único y urgente propósito de cumplir sus obligaciones constitucionales- definía un curso de acción

-Un presidente haciendo valer la legitimidad de su derecho a decidir y mandar como presidente– sugirió un primer objetivo urgente.

-El Congreso estableciendo el equilibrio entre poderes, exigiendo y haciendo valer su regateada función de velar por evitar una eventual dictadura de los jueces y magistrados… ejerciendo su derecho constitucional a conocer el antejuicio de violaciones  que profieran instancias jurisdiccionales sin que la Corte Suprema de Justicia interfiera ilegalmente atrofiando la eficacia de los pesos y contrapesos establecidos en la Constitución Política de la República y evitar así, la nefasta judicialización de la política y la politización de la justicia

… La despolitización de la justicia es imprescindible para salvar el Estado de Derecho… -concluyó.

Creo que no se deben postergar dos acciones -retomó la iniciativa el licenciado Palomo-. El resurgimiento de la confrontación ideológica y el retorno al lenguaje del conflicto interno… es evidente que nos obliga a reanimar el espíritu de paz que desalienta la persecución judicial y permanente hacia uno solo de los protagonistas del enfrentamiento armado… El Ejército, que al acorralado por consigna, pretenden transformarlo en una institución marginal que debe cargar los costos humanos de la guerra y la marginación progresiva de sus propias funciones hasta agotarlo institucional, moral y funcionalmente

… En las circunstancias de tensiones crecientes y que amenazan transformarse en incontrolables, esta pretensión tiene fines estratégicos para una de las facciones.

Sumando a este propósito, un sector muy específico e ideologizado de nuestro país… con resucitados respaldos financieros, políticos y estratégicos, de común acuerdo, insiste en la movilización social con fines desestabilizadores retornando a la provocación que estimule la respuesta justificativa de un nuevo enfrentamiento armado… -reflexionó con seriedad.

La guerra interna terminó y es urgente la reconciliación nacional como producto de una legislación pertinente que concilie las visiones de un auténtico espíritu pacifista que obligue a prescindir de las maniobras tácticas propias de una actividad pre-bélica.

-No obstante las presiones organizadas sistemáticamente para frustrar la paz… el Congreso tiene en su espacio político otra responsabilidad histórica –concluyó el jurista su disertación.

Yo por último, quise poner mi granito de arena en la discusión y pensé… si la intervención tiene apellido extranjero… la solución a la crisis parte de la comprensión de esa comunidad internacional, para no tratarnos como objetos parlantes para practicar sus experimentos.

… Por esa razón y por haber escuchado al embajador estadunidense… que su misión hace abstracción de quien en el pasado haya ocupado su lugar para ver solo hacia el futuro… Y que su trabajo, tal y como debiera ser las demás, agrego yo, lo menos que les podemos pedir oficialmente… es que respeten la naturaleza y límite de sus funciones diplomáticas y las leyes que rigen esas relaciones entre estados en el mundo.

Esperaríamos en consecuencia que su colaboración institucional no sirva como excusa para intervenir directa o indirectamente en decisiones regladas claramente por nuestra Constitución Política como República independiente.

… Pero especialmente a nuestros propios funcionarios y dignatarios guatemaltecos cuyas obligaciones regladas y específicas les transfieren responsabilidades que por su naturaleza son indeclinables y no se pueden delegar, como muchas veces solicitan con vergüenza ajena.

Por decoro estrictamente personal, debieran respetar la dignidad de sus cargos.

El triste, increíble, horroroso y bochornoso desastre de la hermana república de Honduras, debiera ilustrarnos de las consecuencias de la ingobernabilidad.

Un pueblo que pacíficamente acude alegre y esperanzado a depositar su voto con fe en la democracia traicionado por los actores políticos.

No es justo que grupúsculos estructurados… unos para recurrir al fraude… si lo consideran necesario… y los otros para prenderle fuego al país para armar con balas y terror su anhelado castillo de torturas eternas… debieran con ese ejemplo provocar que enderezáramos nuestro rumbo y hacernos exigir a los interventores, que respeten nuestra institucionalidad democrática y el Estado de Derecho.

Déjennos armar este rompecabezas sin solución en que han transformado a Guatemala… Nuestro territorio encaja perfectamente con su población… no lo destruyan… no sean tan canallas de prenderle fuego.

Ilustración: Didi

TEXTO PARA COLUMNISTA

Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.

Avatar de Danilo Roca (Edmundo Deantés)