Editoriales

Evolución

Hace poco más de 27 años, un grupo de quijotes se dieron a la tarea de incursionar en el azaroso entorno del periodismo  guatemalteco. Recién terminada la década perdida, sintieron que la prensa guatemalteca carecía entonces de una expresión periodística auténticamente liberal. Liberal en el sentido español, clásico del término: respetuosa de las diferentes corrientes de opinión, creyente en la persuasión y enemiga de la imposición, abiertamente militante en sus convicciones y principios, comprometida con su papel social de prensa como contrapoder.

Hacer avanzar día a día la agenda auténticamente liberal, era un ejercicio inédito en Guatemala, pero a nuestro juicio, conditio sine qua non para empezar a arrancarnos de esa endémica situación de país subdesarrollado, de sociedad permanente y dramáticamente atribulada. Fue, por decirlo de algún modo, en solidaridad social como emprendimos este nuevo combate al subdesarrollo, a ese que nos ha mantenido innecesariamente pobres, enfrentados y envilecidos. Fue, en otras palabras, porque nos atrevimos a soñar una Guatemala justa, digna y solidaria. Siglo Veintiuno nació, como abanderado de la democracia en lo político y del mercado en lo económico. Nació con la convicción de que el camino para llegar a esa fórmula social tan exitosa en otras latitudes era como sigue siendo, la construcción de un auténtico Estado de derecho en Guatemala.

Al tiempo que vivíamos hermosas e imborrables páginas de la historia nacional reciente. Hubo, también, amarguras, retrocesos y heridas, pero un irrefrenable impulso viral nos llevó a la innovación constante, como fenómeno curativo, casi, espontáneo de una nueva cultura corporativa en proceso de definición.

Pronto aprendimos que una prensa vigorosa solo puede subsistir a largo plazo si se asienta firmemente en el trípode información-opinión-publicidad. Sin esa crucial tercera columna, el trípode pierde el equilibrio y la institución se derrumba. Por eso, desde el principio vimos a los profesionales del mercadeo y de la publicidad más que como a simples clientes o amigos, como auténticos socios en el proceso de dotar a nuestra patria de un servicio esencial. Esa filosofía se tradujo rápidamente en una rica relación de trabajo con este crucial sector profesional y de esta relación se ha derivado un creciente éxito comercial.

Pero con el éxito vino también una mayor responsabilidad, nos sentimos obligados a esforzarnos aún más por lograr un periodismo verdaderamente profesional. Un periodismo donde claramente se separe la noticia de la opinión y anunciantes, colaboradores y amigos, exento de las versiones oficiales, para presentar todas las aristas posibles del hecho informativo. Un periodismo con agenda propia pero equilibrada, acorde con la inteligencia de sus lectores.

Los últimos años nos llevaron por un camino pedregoso, en el cual no había conducción periodística y tuvimos por ello que retomar la ruta de la verdad y repensar nuestro futuro, por eso es como hoy nos vemos en la urgente necesidad de reconfigurarnos y emprender un nuevo esfuerzo que nos lleve a la lucha por la construcción de una nación libre, justa y solidaria, retomando la historia para no cometer los errores del pasado, seguros del papel que nos toca jugar como prensa independiente y con la experiencia acumulada, sumar esfuerzos para integrarnos como un grupo de medios de comunicación.

Es así como con el apoyo costarricense y el esfuerzo de muchos de nuestros columnistas y amigos, nace el Grupo Media Plus, que integra a Siglo.21, que a partir del pasado 1 de diciembre se denomina EL SIGLO, a AL DÍA y a CANAL PLUS.

Guatemala reclama y necesita urgentemente de medios de comunicación que presenten los hechos con la verdad, sin sesgos políticos o ideológicos, para construir un futuro mejor para nuestros hijos, un mundo mejor es posible, si todos y cada uno de los guatemaltecos pensamos en el bien común, sin olvidar los principios de la República con sus pesos y contrapesos, para establecer un Estado de derecho, en el cual nadie sea superior a la ley.

En la promesa de la construcción de un mundo mejor, nosotros como grupo seguiremos contando los hechos y la historia, con la responsabilidad que implica, decir siempre la verdad, por una nación libre justa y solidaria.